
La noche del 29 de octubre, el Museo Franz Mayer de la Ciudad de México abrió sus puertas para recibir a los visitantes en una velada en la que el surrealismo y la tradición del Día de Muertos se entrelazaron para converger en una propuesta cultural única.
En un evento que ofreció una experiencia multisensorial para públicos de todas las edades, el “Baile surreal” del Franz Mayer fue una velada que se propuso conjugar el imaginario de esta tradición con expresiones artísticas contemporáneas y actividades que involucraron la participación de los asistentes.

Cuál fue el recorrido festivo del Baile Surreal
La jornada comenzó a las 18:00 horas, con la apertura de la primera muestra oficial en México dedicada a la obra de Rodney Smith, “Surreal”, que se sitúa como una de las exposiciones fotográficas más atractivas de la temporada. Los asistentes tuvieron la oportunidad de recorrer la exhibición antes que el público general, sumergiéndose en el universo visual presentado por el fotógrafo.
Abonando a la festividad de la velada y la participación de los visitantes, el museo lanzó una promoción especial de 2×1 para aquellos que asistieran disfrazados de catrina o catrín. Además, mostrando sintonía con la estética del recorrido, el código de vestimenta establecido fue a blanco y negro.
A lo largo de la noche, el recinto ofreció una serie de visitas guiadas temáticas que exploraban distintas facetas del arte y el surrealismo. A las 18:30, la colección “¡Viva la muerte en el Arte Popular!” de Ruth D. Lechuga fue el eje en el que convergió la atención del público, al invitar a reflexionar sobre la representación de la muerte en la cultura mexicana.

Quince minutos después, se presentó “Pierre et Gilles: una mirada subversiva a la colección Franz Mayer”, muestra en la que se analiza la obra de este dúo artístico en diálogo con el acervo del museo. La programación continuó con un recorrido centrado en Wolfgang Paalen y su influencia en el surrealismo en México, y culminó con una visita guiada a través de la exposición sobre Rodney Smith, conducida por Anne Morin, curadora de la muestra.
Qué otras actividades se pudieron realizar en la noche surreal del Museo Franz Mayer
Como propuestas y actividades complementarias que buscaban fomentar la creatividad a partir de la integración de elementos icónicos del Día de Muertos, el público tuvo la oportunidad de participar en talleres de pintura de calaveras, de fotocollage y de maquillaje de catrinas.

Para dar cierre al ambiente festivo del evento, la explanada se transformó en una pista de baile, cuando el Taller “Niño Calavera” presentó una danza comparsa que rindió homenaje a las tradiciones populares, mientras que la música estuvo a cargo de Dj Princesa Duende quien, con sus mezclas contribuyó a la construcción de la atmósfera surrealista de la noche.
El “Baile surreal” se consolidó como una experiencia donde la creatividad y las costumbres mexicanas encontraron un punto de encuentro en torno al Día de Muertos. La diversidad de actividades, la riqueza del acervo y la participación activa ratificaron al Franz Mayer como un referente en la difusión de propuestas que dialogan con el arte contemporáneo y las raíces culturales del país.


