
En medio de una escalada de violencia en el estado de Sinaloa, fuerzas federales abatieron este lunes a 13 presuntos integrantes de un grupo armado en Guasave, una de las áreas con mayor presencia de Fausto Isidro Meza Flores, alias El Chapo Isidro.
El hecho despertó en las redes sociales intensos rumores en donde se aseguraba que había sido detenido El Chapo Isidro, heredero de lo que quedó de los Beltrán Leyva, sin embargo, al final del 3 de noviembre las autoridades informaron que el operativo culminó con 13 personas abatidas, cuatro detenidos, la liberación de nueve personas presuntamente secuestradas y el aseguramiento de 20 armas largas y ocho vehículos.
Este episodio ocurre en el contexto de una guerra interna dentro del Cártel de Sinaloa, protagonizada por las facciones de Los Chapitos y La Mayiza, que ha fragmentado el equilibrio del poder.
En ese escenario, y mientras ambos bandos se debilitan tras meses de enfrentamientos, la figura de Fausto Isidro Meza Flores ha cobrado relevancia pues, de acuerdo con información revelada por la periodista Anabel Hernández en su podcast Narcosistema, este personaje se está perfilando como el gran vencedor de este reacomodo criminal.
Nuevo orden criminal

Desde la caída de Ismael El Mayo Zambada, los cimientos del poder narco en Sinaloa comenzaron a sacudirse y llegó al punto sin retorno el 9 de septiembre de 2024, cuando comenzó oficialmente la guerra que marcó la ruptura entre las familias Zambada y Guzmán.
Tras décadas de hegemonía la intensificación de la guerra entre ambas facciones, a la que se suma la acción de fuerzas federales bajo presión de Estados Unidos, ha debilitado a los históricos líderes y abierto el espacio para la irrupción del líder del Cártel de Gusave, quien ya se perfila como el verdadero ganador de este enfrentamiento.
“Se ha aprovechado de la división dentro del Cártel de Sinaloa y del agotamiento de las facciones y el conflicto, y ha estado conquistando territorios en el estado que durante años fueron prácticamente impenetrables para otros grupos criminales”, afirmó la periodista, que agrega que para este narcotraficante, cada palmo de tierra conquistada vale más que cualquier crédito para su objetivo final: reconstruir un nuevo orden criminal en dicha región.
El “Chapo Isidro”, originario de Guasave, Sinaloa, inició su carrera en la estructura del crimen de la mano de Amado Carrillo Fuentes (“El Señor de los Cielos”) y, posteriormente, bajo las órdenes de los hermanos Beltrán Leyva.

Tras la fractura definitiva entre los Beltrán Leyva y los Guzmán en 2008, Meza Flores consolidó su liderazgo, manteniendo una enemistad activa con el clan de Joaquín El Chapo Guzmán, con quien comparte apodo.
Bajo su mando, la facción denominada Los Mazatlecos extendió sus operaciones en buena parte del noroeste mexicano, protagonizando enfrentamientos directos contra los brazos armados del Cártel de Sinaloa.
En la actual guerra, el avance de Meza Flores ha sido posible, entre otros factores, por su estrategia de bajo perfil, el fortalecimiento de alianzas, pues decidió apoyar a Ismael Zambada Sicairos, Mayito Flaco, y el desgaste de sus rivales Los Chapitos-CJNG.
Tal ha sido su crecimiento que desde febrero de 2025 el FBI lo incluyó en su lista de los 10 fugitivos más buscados y ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve a su captura. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo señala de ser el líder de una organización transnacional dedicada al tráfico de heroína, metanfetamina, cocaína, fentanilo y marihuana hacia territorio estadounidense.
Los orígenes de El chapo Isidro
Fausto Isidro Meza Flores nació en Guasave, Sinaloa, en 1982, y desde joven se integró al crimen organizado, primero bajo la tutela de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, y más tarde al servicio de los hermanos Beltrán Leyva.

Tras la muerte de Carrillo Fuentes en 1997, su habilidad para operaciones criminales y su perfil reservado lo posicionaron rápidamente como operador estratégico de los Beltrán Leyva, organización que hasta 2008 colaboró estrechamente con el Cártel de Sinaloa.
La enemistad con la familia Guzmán Loera surgió en 2008, cuando Arturo Beltrán Leyva acusó a Joaquín El Chapo Guzmán de traicionar a su hermano Alfredo ante las autoridades. Esta ruptura detonó años de enfrentamientos violentos, en los que El Chapo Isidro asumió un rol clave al mantenerse leal a los Beltrán Leyva y tomar las riendas de la facción conocida como Los Mazatlecos.
Su grupo, conformado por sicarios y operadores, ha sostenido batallas directas con los descendientes de El Chapo Guzmán en distintos momentos de la última década.
A diferencia de otros capos, “El Chapo Isidro” ha evitado la ostentación pública y ha desarrollado una estrategia de bajo perfil. Esta actitud le permitió consolidarse en zonas como Guasave y Los Mochis, y eludir durante años las acciones de autoridades mexicanas y estadounidenses.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos y el FBI han señalado formalmente a la Organización Meza-Flores como una red transnacional con control en rutas clave para la exportación de heroína, metanfetamina, cocaína, fentanilo y marihuana a Estados Unidos.

Tal ha sido su crecimiento que desde febrero de 2025 el FBI incluyó a Meza Flores entre los 10 fugitivos más buscados y ofrece 5 millones de dólares por información que permita su captura.
Algunos episodios evidencian el alcance de su operación y la relevancia de su grupo. En 2011, su facción fue señalada por su participación en el ataque contra “Los Ántrax”, brazo armado del Cártel de Sinaloa. En 2022, organizó caravanas armadas en Guasave sin que mediara intervención de la autoridad local. Además, en diciembre de 2024, las autoridades decomisaron más de una tonelada de fentanilo en Ahome, zona bajo influencia de su organización.
El propio entorno cultural sinaloense refleja el peso e imagen de El Chapo Isidro. Diversos corridos interpretados por agrupaciones como Los Tucanes de Tijuana y La Receta exaltan su liderazgo, capacidad de alianzas y reputación como operador estratégico dentro y fuera de Sinaloa.
Ni La Mayiza ni Los Chapitos
Con el desplome del liderazgo tradicional y la fractura entre Los Chapitos y La Mayiza, el avance de Fausto Isidro Meza Flores ha sido aún más notorio.
Según Anabel Hernández, mientras los clanes históricamente dominantes de Sinaloa se han enfrascado en una guerra de desgaste, El Chapo Isidro ha aprovechado la oportunidad para extender su control desde su bastión histórico en Guasave hacia nuevas áreas del estado, incluyendo regiones rurales y partes del corredor hacia Sonora, que antes permanecían bajo dominio exclusivo de Los Chapitos y La Mayiza.

La periodista revela que, al margen del enfrentamiento principal, Meza Flores tejió alianzas estratégicas, en particular con Ismael Zambada Sicairos (“Mayito Flaco”), lo que le ha permitido fortalecer su presencia y legitimarse como actor de peso en el nuevo mapa del narco.
Hernández afirma que, ante el debilitamiento de Iván y Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como Los Chapitos, estos han llegado a temerle, hasta el punto de especularse sobre la posibilidad de que huyeron de su propio estado.
“Todo apunta a que [Iván y Alfredo Guzmán] no están en el estado de Sinaloa, porque temen no tanto a Mayito Flaco, sino principalmente a un enemigo que ahora es mayor: Fausto Isidro Meza Flores”, dijo.
El nivel de confrontación entre los grupos en disputa alcanzó incluso a los símbolos históricos del clan Guzmán. Anabel Hernández confirmó que recientemente fue atacada con un dron cargado de explosivos la casa de Consuelo Loera, madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en La Tuna, Badiraguato.
El hecho, considerado una verdadera profanación en los códigos del narcotráfico local, fue interpretado como una advertencia directa en la lucha por el control del territorio. Hernández sostiene que esa ofensiva se inscribe en la lógica de una disputa en la que Fausto Isidro Meza Flores ha cobrado protagonismo, orquestando acciones para debilitar lo que queda del poderío de Los Chapitos.


