
El debate sobre la estrategia de seguridad del gobierno federal volvió a encenderse en el Senado, luego de que el Partido Verde respondiera a los señalamientos de la senadora panista Lilly Téllez, quien arremetió contra Morena y el Ejército tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
Desde la tribuna, el senador del PVEM, Luis Alfonso, defendió la postura del gobierno federal y recordó que la construcción de la paz no pasa por la confrontación armada.
Aseguró que la visión del partido coincide con la de la presidenta Claudia Sheinbaum, al sostener que “la seguridad no se sostiene con guerras, sino con justicia, desarrollo y respeto a la vida”.
Subrayó que México exige unidad y no discursos que llamen a la violencia.
La intervención fue una respuesta directa a Lilly Téllez, quien durante la misma sesión lanzó fuertes insultos contra el morenista Gerardo Fernández Noroña, al que llamó “idio**”, “imbé***” y “payaso”, exigiéndole que “llorara” por el asesinato de Manzo, tal como —dijo— lo hizo por la causa palestina.
La panista reclamó que, mientras los cárteles asesinan a mexicanos, legisladores de Morena se limitan a hacer “circo” y proteger al gobierno.
Téllez también acusó al presidente de la Junta de Coordinación Política, Adán Augusto López, de deberle favores al crimen organizado en Michoacán, y denunció que se pretende silenciar cualquier crítica sobre la muerte del alcalde de Uruapan.
La senadora no dejó fuera a la presidenta Sheinbaum, a quien responsabilizó de la violencia que vive Michoacán.
Sostuvo que la mandataria federal se niega a reconocer que existe “una guerra de los cárteles contra los ciudadanos”, y le reprochó haber ignorado los llamados de auxilio del propio Manzo.
“No era escolta lo que él pedía, era acción del Estado”, sentenció.
Carta de Lilly Téllez a la SEDENA
Un día después, Téllez difundió una carta abierta dirigida al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla.
En el texto cuestiona el desempeño militar en el caso de Manzo, pese a que el edil contaba con protección del Ejército al momento de su asesinato.
Sugirió que la vigilancia fue sólo “de apariencia” y que los elementos no intervinieron.

La legisladora acusó al Ejército de someterse a una política de seguridad fallida y responsabilizó a Sheinbaum de permitir que los cárteles actúen con libertad.
“La comandante suprema tiene sangre de inocentes en sus manos”, afirma en la carta, donde exige a las Fuerzas Armadas “lealtad al pueblo, no al poder”.
Téllez describe a Manzo como un símbolo de resistencia frente al crimen organizado y advierte que su muerte no será olvidada.
Mientras tanto, el asesinato del alcalde se suma a una lista de siete ediles ejecutados en Michoacán durante la administración estatal de Alfredo Ramírez Bedolla, lo que ha reavivado el debate sobre la estrategia de seguridad y el papel del Ejército en la protección de autoridades amenazadas por el crimen.


