
El estado actual del rancho de Juan Gabriel en Nuevo México revela el paso del tiempo y la huella indeleble del artista en cada rincón. La propiedad, situada en Santa Fe, fue adquirida por el célebre cantante mexicano en la década de los ochenta y, durante años, funcionó como un refugio familiar donde compartió momentos significativos con sus hijos.
Décadas después, el inmueble permanece abandonado, conservando la decoración y los muebles originales de los años ochenta y noventa, junto con elementos que hoy muestran signos evidentes de deterioro y oxidación.

El documental más reciente dedicado a la vida de Juan Gabriel expuso detalles inéditos sobre la adquisición de este rancho, conocido como ‘Ivjohaje Ranch’, y su papel en la vida del artista y su familia.
Según lo presentado en la producción, el cantautor disfrutó de largas temporadas en la propiedad junto a sus hijos Iván, Hans, Joan y Jean, quienes vivieron allí experiencias que marcaron su infancia.

El rancho, ubicado en el Valle de Pojoaque, en las inmediaciones de la comunidad de Nambé, fue testigo de la vida cotidiana y de celebraciones familiares, hasta que las prioridades educativas de los hijos motivaron la mudanza de la familia a Florida. Esta decisión implicó dejar atrás la residencia donde habían transcurrido años de felicidad.
El portal especializado en bienes raíces realtor.com detalla que el rancho cuenta con cincuenta y tres habitaciones y cuarenta y seis baños, distribuidos en varias edificaciones a lo largo de un terreno que supera las dieciséis hectáreas y se divide en catorce parcelas.

El agente inmobiliario James Delgado, responsable de la venta en la zona de Santa Fe, confirmó que la propiedad fue adquirida por Juan Gabriel hace aproximadamente treinta y cinco años. Delgado, entrevistado por diversos medios en 2016, año del fallecimiento del artista, explicó que el inmueble fue objeto de múltiples adecuaciones por parte del cantante.
Entre las modificaciones realizadas por Juan Gabriel destacan la construcción de una capilla de adobe, un estudio de música profesional que le permitía grabar sin salir de casa y un área ecuestre. Además, el artista remodeló varias de las casas y zonas ya existentes al momento de la compra.

Las habitaciones y pasillos del rancho aún conservan muebles originales de hace tres décadas, así como imágenes religiosas que el propio cantante dispuso en distintos espacios de la vivienda.
En la sala principal todavía se encontraba, casi diez años después de su muerte, un cuadro de Juan Gabriel cargando a uno de sus hijos, testimonio visual de la vida familiar que allí se desarrolló.
Las imágenes satelitales obtenidas a través de Google Earth permiten observar la disposición de las diferentes edificaciones, que incluyen casas para invitados, la residencia principal, áreas de recreación y el estudio de grabación.

El estado actual del rancho, con su mobiliario y decoración intactos pero afectados por el abandono, refleja tanto el esplendor de una época como el inevitable desgaste del tiempo.


