
La Casa Blanca se refirió directamente al asesinato de Carlos Manzo y a la respuesta del gobierno mexicano bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum. En su conferencia de prensa de la tarde de este 4 noviembre, Karoline Leavitt, portavoz de la presidencia estadounidense, expresó la condena categórica por este tipo de violencia y aseguró que la administración de Donald Trump está plenamente informada de lo sucedido.
“En primer lugar, con respecto a esta noticia específica y el supuesto asesinato ocurrido en México, sé que la administración Trump está al tanto de ello y, por supuesto, condenamos toda la violencia política en cualquier lugar y en todas sus formas.", afirmó Leavitt.
Al abordar el delicado tema de la colaboración bilateral en materia de seguridad, Leavitt señaló que el presidente Trump mantiene un trato respetuoso con Sheinbaum, valorando la coordinación mostrada durante su gestión. “Creo que él le tiene mucho respeto por ella como presidenta de México y también valora la coordinación que ella ha brindado a la administración Trump”, sostuvo la portavoz.
No obstante, Leavitt dejó claro que la administración estadounidense continúa ejerciendo presión para que el gobierno mexicano refuerce su participación en la lucha contra el crimen organizado, en especial contra los cárteles que operan en su territorio. “El Presidente sigue presionando a México para que haga más en el combate al narcotráfico y los cárteles dentro de su territorio, y colaboramos con ellos en todo lo posible”, indicó la portavoz.
Respecto a la política interna del país vecino, Leavitt optó por no emitir juicio sobre las acciones o decisiones de Sheinbaum en el combate al narcotráfico, señalando que no hablaría por ella ni sobre lo que realiza internamente en México.
Ante la inquietud sobre un posible cambio de postura tras el asesinato del alcalde en Michoacán, Leavitt precisó que el presidente Trump ha utilizado “toda la gama de opciones ejecutivas y sus facultades para combatir el tráfico de drogas en nuestra frontera sur”. Entre estas medidas figura la designación de algunos cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, así como otras acciones orientadas a frenar el flujo ilícito de estupefacientes y personas.

En cuanto al responsable del crimen, se reportó que el presunto autor es Osvaldo Gutiérrez Vázquez, conocido como "El Cuate". Los primeros informes señalan que Gutiérrez es originario de Apatzingán y tiene vínculos familiares con “El Prángana”, quien, según fuentes federales citadas por El Universal, operaría bajo la estructura del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Las autoridades estatales mencionaron inicialmente que el agresor actuó bajo los efectos de drogas. “El Cuate” estaría relacionado con los hermanos Álvarez Ayala, Ramón “R1” y Rafael “R2”, articulares relevantes en el CJNG.


