
La jornada de presentación de Frankenstein en la Ciudad de México se transformó en una auténtica celebración para los seguidores de Guillermo del Toro. El cineasta, acompañado por los actores Jacob Elordi y Oscar Isaac, se encontró rodeado de un entusiasmo multitudinario en las inmediaciones del Colegio de San Ildefonso, en el corazón del Centro Histórico en la Ciudad de México.
El evento, guiado por el director ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, ofreció una atmósfera especial para una premier: Del Toro recorrió la alfombra roja mientras una multitud de admiradores le solicitaba autógrafos y fotografías. El director respondió con calidez, tomándose el tiempo de firmar recuerdos, posar para selfies y, en muchos casos, corresponder los gestos de afecto con abrazos.
La respuesta de los asistentes superó las expectativas habituales de este tipo de estrenos, lo que motivó también las muestras de gratitud de Jacob Elordi y Oscar Isaac, quienes expresaron su emoción ante la pasión del público mexicano.

Durante su discurso en la presentación especial de la película, Guillermo compartió sentimientos personales relacionados con sus orígenes: “Me siento muy orgulloso de ser mexicano y de tener unas raíces fuertes”, afirmó el cineasta ante los presentes.
Su intervención subrayó la importancia que atribuye a su identidad y a la herencia cultural que lo acompaña en su carrera internacional.
Destacó también la importancia de ese momento, ya que el director recordó su infancia, cuando a los 11 años compró un “bolsilibro” de “Frankenstein” en un supermercado y decidió que haría cine de terror y fantasía en México.
Señaló que realizar su primera película, “Cronos”, ya habría sido un milagro y expresó sorpresa por el camino recorrido en su carrera.
Del Toro describió “Frankenstein” como una obra muy personal, con elementos autobiográficos.

“Lo que ha pasado no sé ni cómo describirlo... a veces siento que estoy borracho y voy a despertar. Pero esta película es muy personal, se volvió un tanto biográfico de cierta forma. No tanto lo que he aprendido sino lo que puedo quizá comunicar con elocuencia a los 61 años. Me alegra mucho no haberla hecho mucho más joven porque hubiera sido acerca de mi papá y yo. Los papás pueden tener el corazón muy limpio pero son una sombra muy grande que cuesta trabajo entender como seres humanos. Y pasan las mismas ausencias con los hijos“, explicó.
Finalmente, señaló que la película representa una reconciliación de sus experiencias personales, la vida de Mary Shelley y su libro. De esta manera la llegada de este nuevo proyecto cinematográfico de Del Toro ha recibido así un respaldo significativo por parte del público nacional.


