
Mientras la tensión y el miedo marcan la vida cotidiana de Uruapan, Michoacán, el documental realizado por Yulay junto al entonces alcalde Carlos Manzo —asesinado el pasado 1 de noviembre— se convierte en un retrato urgente de la realidad que enfrenta una de las ciudades más peligrosas de México. Publicado el 27 de octubre, el video arroja luz sobre una administración que enfrentó al crimen organizado.
“Recibimos el municipio en el primer lugar de las ciudades más inseguras del país”, explicó Carlos Manzo en uno de los recorridos nocturnos grabados por Yulay. El alcalde recalcó que su gobierno no tenía vínculos con la delincuencia organizada, marcando distancia con administraciones previas. “Hay una gran diferencia en este gobierno con otros”, afirmó.
El documental sumerge al espectador en los operativos encabezados por el propio Carlos Manzo, quien no solo supervisa la labor policiaca, sino que también patrulla personalmente las calles. “Creo que ningún presidente municipal, o muy pocos del país, toman esta bandera, van al frente de los rondines, de los operativos”, comentó el alcalde frente a la cámara, agregando que su presencia era una manera de “predicar con el ejemplo y de motivar también a las tropas”.

Manzo describió a Yulay el delito más recurrente: “El que nos toca atender con mayor frecuencia es el robo de vehículos”. Detalló que solo en septiembre, mes en que inició su administración, se reportaron 150 robos, la mayoría con violencia. Además, durante los primeros meses, las fuerzas de seguridad detuvieron delincuentes, incautaron droga, armas y hasta lanzagranadas.
El video muestra operativos en zonas consideradas “rojas”, como Arroyo Colorado, donde la sospecha y el peligro acompañan cada movimiento. Los agentes revisan motocicletas sin placas y a conductores sin documentos, procedimientos que generan tensión entre los presentes.
En estos patrullajes, se evidencia la colaboración de la ciudadanía, que aporta información sobre posibles miembros de grupos armados. Ese apoyo, sin embargo, se da siempre en un clima de temor y bajo la atenta mirada de los propios delincuentes, quienes controlan diversas áreas de la ciudad. “Si los grupos criminales andan cerca, lo sabremos cuando sea demasiado tarde”, reflexiona Yulay.

El registro audiovisual da cuenta de la crudeza de la violencia: enfrentamientos armados, autos robados usados para otros delitos y cuerpos policiales bajo presión constante. El propio Manzo no era inmune a este riesgo, pues recibió constantes amenazas de muerte. Además, sus participaciones en operativos comenzaron a transmitirse en tiempo real desde redes sociales, aumentando la exposición de los funcionarios públicos.
En una de las escenas, tras atender la detención de un taxista e investigar el estatus legal de su vehículo, el creador de contenido reflexiona sobre el papel de los servidores públicos ante el desamparo de la ciudad: “Muy pocos arriesgan su vida para que otros vivan en paz”.
Uruapan, relató Yulay en el documental, contabilizaba al momento de la grabación más de novecientos delitos de alto impacto cometidos solo en 2025. Zonas como Arroyo Colorado no han dejado de ser escenarios de violencia desde 2019, cuando una masacre entre bandas criminales sacudió la región.


