
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, sufrió una cachetada por parte de una asistente al funeral de Carlos Manzo Rodríguez, presidente municipal de Uruapan, mientras familiares y ciudadanos lo abucheaban y exigían justicia, de acuerdo con publicaciones en redes sociales y medios locales.
El hecho ocurrió el día de hoy, 2 de noviembre, en la funeraria San José de Uruapan, donde fue velado el cuerpo de Carlos Manzo Rodríguez, asesinado el 1º de noviembre durante el Festival de Velas en el centro histórico de la ciudad.
La llegada de Alfredo Ramírez Bedolla generó molestia entre los asistentes. La multitud recibió al mandatario estatal con reclamos y gritos de “¡Asesino!” y “¡Justicia!”, cuestionando la actuación de las autoridades ante el crimen del presidente municipal.
Una cachetada en medio del funeral
Mientras el gobernador se acercaba para expresar sus condolencias a la familia, una mujer lo esperó y le propinó una cachetada, lo que intensificó el ambiente de tensión y reclamos. Las imágenes difundidas muestran cómo Bedolla, tras el golpe, mantiene la cabeza baja, avanza custodiado por su equipo de seguridad y abandona el sitio poco después.
A lo largo de unos diez minutos, Bedolla enfrentó gritos constantes de “Fuera, asesino” y llamados a que se retirara. Parte de los presentes coreaba también “Carlos gobernador” y reiteraba la exigencia de esclarecer el homicidio. El funcionario, antes de salir, alcanzó a transmitir condolencias a los familiares y al subsecretario de Gobierno estatal, Juan Daniel Manzo Rodríguez, hermano de la víctima.
Exigencia de justicia y antecedentes del crimen
Luego del acto fúnebre, Alfredo Ramírez Bedolla declaró mediante sus redes sociales que “el asesinato genera muchísima rabia e indignación”, asegurando ante la opinión pública: “Vamos a dar la cara y vamos a actuar de inmediato para garantizar que haya justicia y paz para el pueblo de Uruapan”.
Carlos Manzo Rodríguez, quien alcanzó la presidencia municipal en septiembre de 2024 como candidato independiente tras ser diputado por Morena, había endurecido medidas contra el crimen organizado, lo cual le llevó a portar chaleco antibalas y a mantener vigilancia continua.
Por parte de las autoridades gubernamentales como el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch, mencionó que los responsables aprovecharon la vulnerabilidad de un evento público para perpetrar el asesinato; mientras que la presidenta Sheinbaum mencionó que se iba a hacer una investigación exhaustiva y condenó los hechos, al igual que en otras ocasiones.


