Desigualdad en menores de 8 años: pobreza, carencias en salud y brechas educativas marcan el destino de niños en México

Un estudio revela que a pesar de los avances en materia económica, la infancia enfrenta problemas clave en diferentes estados del país

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La pobreza en la primera
La pobreza en la primera infancia disminuyó hasta 15 puntos en estados del norte y occidente, pero persiste en el sur del país. (Archivo/ EFE/Juan Manuel Blanco)

La situación de la primera infancia, que comprende una etapa del nacimiento a los ocho años, aproximadamente, en México presenta avances puntuales y retos estructurales que comprometen el desarrollo integral de millones de niñas y niños.

Según el reciente informe del Early Institute, la atención a esta etapa fundamental muestra algunos logros, aunque persisten desigualdades en acceso a derechos esenciales como educación, nutrición, salud y protección social.

Entre 2018 y 2024, las mediciones oficiales muestran que la pobreza en la primera infancia disminuyó en términos generales, con reducciones de hasta 15 puntos porcentuales en algunas entidades del norte y occidente, como Tamaulipas, Chihuahua y Guanajuato.

Desigualdad en la infancia

El acceso a servicios de
El acceso a servicios de salud para la primera infancia registró un alarmante aumento del 115% en carencias entre 2018 y 2024. (Unicef México)

A pesar de este avance, el informe detalla que en Chiapas, Guerrero y Oaxaca, el 79%, 72% y 64% de los menores de 5 años, respectivamente, continuaban en situación de pobreza en 2024. En contraste, en Baja California, Baja California Sur y Nuevo León el indicador era inferior al 18%.

El informe del Early Institute advierte sobre el incremento del 10% en el número promedio de carencias sociales por niña y niño, al pasar de 2.2 en 2018 a 2.4 en 2024. La carencia más alarmante según el documento, corresponde al acceso a servicios de salud, que creció 115% durante ese periodo.

También aumentó la proporción de menores con al menos tres carencias y la población considerada vulnerable por carencias sociales. Respecto al acceso a servicios de educación y cuidados en la primera infancia, sólo el 30.4% de las niñas y los niños de 0 a 5 años reciben atención en centros de cuidado o instituciones educativas.

Solo el 30.4% de niñas
Solo el 30.4% de niñas y niños de 0 a 5 años accede a centros de cuidado o instituciones educativas en México. (Unicef México)

Esta cifra revela marcadas brechas por nivel de bienestar: la cobertura es de apenas 26.1% en los estratos más bajos, frente al 37.1% entre quienes tienen mejores condiciones. Además, mientras el 26% de los menores viven en zonas rurales y de alta marginación, sólo el 2.2% de los centros de atención se localizan en esas áreas.

La educación inicial creció 6% entre los ciclos 2022-2023 y 2023-2024, aunque con avances desiguales entre los estados. El acceso a la educación preescolar mostró apenas una expansión del 1%, con retrocesos en entidades como Yucatán, Quintana Roo, Nuevo León y Chiapas.

Cuidado inadecuado en la primera infancia

Las brechas de cobertura educativa
Las brechas de cobertura educativa y de cuidado infantil son más profundas en zonas rurales y de alta marginación. (Cuartoscuro)

El fenómeno del cuidado inadecuado se intensificó según el informe. El porcentaje de menores de cinco años que pasan tiempo solos o bajo el cuidado de otros niños menores de 10 años subió del 8.1% al 9.2% entre 2022 y 2023, con prevalencias superiores al 14% en áreas como el Estado de México y la Ciudad de México.

Además, los datos de nutrición exponen un panorama complejo. La proporción de menores de cinco años con baja talla para la edad se elevó de 12.8% a 13.9% entre 2022 y 2023, lo que corresponde a un aumento del 8.6%.

El incremento es más acusado en localidades rurales y comunidades indígenas, donde la prevalencia alcanza 27.4%. En el caso de la lactancia materna exclusiva, el indicador nacional creció ligeramente de 33.6% a 34.2% en el último año, pero aún está muy lejos de la meta del 70% fijada para 2030.

Sobresale la marcada desventaja de las madres con empleo remunerado, entre quienes sólo el 14.3% puede ofrecer lactancia materna exclusiva a sus hijos menores de seis meses.

Ante este escenario, el reporte plantea recomendaciones tanto para ampliar la cobertura de programas sociales como para garantizar derechos sociales prioritarios (como educación, cuidado, alimentación), especialmente entre hogares indígenas, migrantes o con personas en condición de discapacidad.

El documento también subraya la urgencia de reforzar la atención a la salud materno-infantil, fortalecer los sistemas de protección y el presupuesto a Procuradurías especializadas en Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, así como la implementación de una Política Integral de Crianza Positiva para combatir la violencia en el entorno familiar.

Early Institute enfatiza que la necesidad de estrategias enfocadas a reducir las desigualdades territoriales, así como de políticas públicas integrales para romper los ciclos de pobreza y exclusión que afectan a la primera infancia son de suma importancia, por lo que el informe advierte que “el desafío central es garantizar mejoras en los indicadores nacionales y que se traduzcan a condiciones equitativas para todas las infancias, sin importar su origen, lugar de residencia o condición socioeconómica”.