Día de Muertos: consejos para dejar todo en orden y vivir el duelo con serenidad

Es un momento de reflexión y memoria en México, pero también un recordatorio sobre la importancia de preparar nuestro legado

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Es un momento de reflexión
Es un momento de reflexión y memoria en México, pero también un recordatorio sobre la importancia de preparar nuestro legado

El Día de Muertos no solo es una celebración cultural, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la vida, la pérdida y lo que dejamos a quienes amamos. Veladoras encendidas, flores de cempasúchil y altares cuidadosamente preparados evocan recuerdos de quienes ya no están, pero también invitan a pensar en el “después del adiós”: ese momento en que la ausencia se combina con decisiones, trámites y responsabilidades que pueden aumentar el sufrimiento de la familia.

En México, la falta de preparación es un desafío común. Datos recientes indican que el 94 por ciento de las personas no cuenta con testamento y apenas el 4 por ciento tiene previsión funeraria.

Esta ausencia de organización convierte momentos de duelo en procesos complicados y estresantes, afectando la capacidad de las familias para despedirse con dignidad.

Mayra González Moreno, fundadora de Mi Legado, explica que planificar el legado no es un tema exclusivo para personas mayores: “Organizar tus documentos, voluntades y deseos es un acto de amor anticipado que permite a la familia transitar el duelo con mayor serenidad”.

Altares de Día de Muertos
Altares de Día de Muertos adornados con veladoras y flores de cempasúchil evocan la memoria de quienes partieron, recordándonos que honrar la vida también implica prepararnos para el “después del adiós” y cuidar a quienes dejamos atrás

Cinco pasos para organizar tu legado y enfrentar el duelo

Para lograrlo, especialistas recomiendan cinco pasos clave:

  1. Reconocer que el duelo es único y válido. Cada persona enfrenta la pérdida de manera diferente. Algunas lloran, otras guardan silencio; algunas buscan compañía, otras prefieren estar solas. Todas las formas de duelo son válidas, pero el dolor se intensifica cuando se debe lidiar con trámites complicados.
  2. Hablar de tus deseos antes de que sea necesario. Desde el tipo de despedida hasta los elementos que se desearía en el altar, comunicar estos deseos en vida o plasmarlos por escrito es una forma de prevención emocional y práctica.
  3. Organizar documentos esenciales. Actas, escrituras, seguros, voluntades médicas y testamentos son fundamentales. Centralizarlos y asegurarlos mediante herramientas para aliviar la carga sobre los familiares en momentos críticos.
  4. Dejar claras tus voluntades legales. Tener un testamento y una carta de voluntad anticipada no es exclusivo de personas mayores. Hoy es posible decidir quién recibe qué, cómo se desea la despedida y qué sucederá si la memoria falla antes del final.
  5. Construir un legado emocional. Fotos, cartas, recetas y mensajes permiten que los recuerdos perduren, incluso cuando la memoria se debilita. Dejar huellas emocionales tangibles es un acto de humanidad que trasciende lo patrimonial.

La importancia de actuar a tiempo

Al conmemorar el Día Mundial del Alzheimer, cada 21 de septiembre, recuerdan la fragilidad de la memoria y la importancia de actuar a tiempo. En México, más de 900 mil personas viven con algún tipo de demencia y más del 70 por ciento padece Alzheimer, lo que hace aún más urgente planificar el legado antes de que las decisiones importantes no puedan tomarse con claridad.

Altares de Día de Muertos
Altares de Día de Muertos adornados con veladoras y flores de cempasúchil evocan la memoria de quienes partieron, recordándonos que honrar la vida también implica prepararnos para el “después del adiós” y cuidar a quienes dejamos atrás

Prepararse para la muerte es un acto de amor

Este Día de Muertos es, entonces, una invitación a vivir con conciencia y a honrar la vida no solo con flores y velas, sino con preparación, previsión y amor hacia quienes continuarán el camino sin nosotros. Prepararse para la muerte no es miedo, sino un acto de cuidado y generosidad hacia quienes más queremos.