
En un esfuerzo por enfrentar la crisis de desapariciones en México, especialistas nacionales e internacionales se reunieron en la capital del país para conformar un consorcio orientado a la tecnificación de la búsqueda de personas desaparecidas. La iniciativa fue convocada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Programa de Derechos Humanos (PDH) de la Universidad Iberoamericana.
El objetivo de explorar el uso responsable de inteligencia artificial (IA) y modelos lingüísticos de gran escala (LLM) en procesos forenses, administrativos y de identificación.
Durante las mesas de trabajo, se abordaron aplicaciones concretas de la IA en la búsqueda de personas, entre ellas:
- Clasificación automatizada de documentos judiciales y administrativos.
- Reconocimiento facial en contextos forenses e históricos.
- Reconstrucción de imágenes mediante aprendizaje profundo.
- Uso de OCR (reconocimiento óptico de caracteres) para digitalizar expedientes.
- Integración de bases de datos ontológicas para análisis semántico de carpetas.
Se presentaron experiencias internacionales de países como Siria, Colombia y Chile, donde la IA ha sido utilizada para identificar restos humanos, reconstruir escenas de desaparición y cruzar datos entre bases institucionales y testimonios.
En México, se expusieron avances como el proyecto Angelus, el cual utiliza algoritmos para identificar tatuajes en cuerpos no reconocidos y herramientas de IA desarrolladas por laboratorios independientes.

Participación multidisciplinaria y de derechos humanos
El encuentro reunió a representantes de instituciones como el International Information Management Program (IIMP), Guernica 37, AnarCoop, Lab-Co, INSA Toulouse, la Universidad Católica de Chile y Data Cívica, quienes aportaron enfoques técnicos, éticos y metodológicos. A la par, se discutió la necesidad de proteger datos sensibles, evitar sesgos algorítmicos y garantizar que las tecnologías no deshumanicen los procesos de búsqueda.
La presentación pública del consorcio se realizó el 17 de octubre en las instalaciones del CICR. En ella, Andrea Horcasitas Martínez y Antonio Trejo Sánchez ―del PDH de la IBERO― destacaron la importancia de articular el “qué” —las obligaciones estatales en materia de derechos humanos— con el “cómo”: las metodologías y tecnologías necesarias para garantizar el derecho de las familias a saber la suerte y el paradero de sus seres queridos.
Articulación con autoridades y colectivos
Al evento asistieron autoridades de la Ciudad de México, como representantes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), la Comisión de Búsqueda y la Agencia Digital de Innovación Pública, además de organizaciones de la sociedad civil y colectivos de familiares de personas desaparecidas de distintos estados.
La participación de estos actores busca asegurar que las herramientas tecnológicas respondan a necesidades reales y se integren en los procesos institucionales sin sustituir el trabajo humano.

Un nuevo esfuerzo académico ante más de 130 mil carpetas abiertas por desapariciones
México enfrenta una crisis humanitaria con más de 130,000 carpetas de investigación abiertas por desaparición, según registros oficiales. Esta cifra refleja no solo el volumen de casos sin resolver, sino también el reto institucional para procesar información dispersa, incompleta o fragmentada. El consorcio busca generar soluciones tecnológicas que permitan procesar grandes volúmenes de datos, establecer patrones y generar hipótesis de búsqueda que agilicen el trabajo de las fiscalías, comisiones de búsqueda y colectivos de familiares.


