
Las recientes declaraciones de Lyn May han reavivado el debate sobre las condiciones que enfrentaban las jóvenes artistas en la televisión mexicana de los años 70, al revelar las presiones y exigencias que vivió siendo menor de edad bajo la dirección de Raúl Velasco en el programa Siempre en Domingo.
La vedette, reconocida por su trayectoria en el espectáculo, relató que el conductor y productor le imponía demandas que consideraba inapropiadas para su edad, como mostrar más de su cuerpo en pantalla, situación que la colocó en una posición de vulnerabilidad y temor a perder su trabajo.
Durante una entrevista con el programa Sale el Sol, Lyn May detalló que, cuando formaba parte del cuerpo de baile de Siempre en Domingo, Raúl Velasco insistía en que las bailarinas, incluyéndola a ella, usaran vestuarios más reveladores.

La artista, que entonces tenía aproximadamente 17 años, explicó que la negativa a cumplir con estas peticiones podía significar su despido inmediato. “Me quedaba callada, porque si le decíamos algo, nos corría. Éramos como 12 chicas”, relató la vedette, describiendo la presión constante que sentían las jóvenes integrantes del programa.
La experiencia de Lyn May en el emblemático show de Televisa estuvo marcada por la figura autoritaria de Raúl Velasco, a quien describió como una persona de carácter fuerte y temperamento difícil.
“Era muy exigente, era muy enojón, siempre me estaba diciendo que le subiera a la falda que estaba muy larga. Le molestaba, él quería que enseñara uno más calzones”, relató.

En el programa Chisme no like!, la bailarina fue consultada sobre cómo recordaba al conductor, a lo que respondió: “Gruñón, enojón y corajudo porque me ponía los vestidos y quería que le subiera más, que estuvieran más cortas las minifaldas. Más encuerada, a mí me regañaba porque llevaba el vestido largo, que quería que enseñara más calzón”.
El ascenso de Lyn May en la televisión se produjo tras ser descubierta por Raúl Velasco en un centro nocturno de Acapulco, su ciudad natal, a inicios de los años 70. El productor la integró al grupo de bailarinas de Siempre en Domingo, donde permaneció durante tres años.
“Yo empecé bailando ‘A go go’ con una minifalda. Ahí estuve mucho tiempo y de ahí me sacó el señor Raúl Velasco. Con él estuve tres años, éramos doce chicas y ahí inició mi carrera gracias al programa”, recordó la bailarina en una ocasión.

La figura de Raúl Velasco ha sido objeto de controversia a lo largo de los años. Considerado un “hacedor de artistas”, su papel como conductor y productor de Siempre en Domingo le otorgó el poder de decidir quién podía presentarse en el programa, lo que convirtió al show en una plataforma clave para la proyección internacional de numerosos artistas.
Sin embargo, también se le atribuyen actitudes despectivas hacia algunos invitados y comentarios al aire que, con el tiempo, han alimentado la percepción de un carácter autoritario y poco tolerante.


