Crea sangre falsa para tu disfraz de Halloween con esta poderosa mezcla

Esta fórmula tiene la capacidad de parecer realista, además de ser fácil de remover

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Diferentes métodos permiten ajustar color,
Diferentes métodos permiten ajustar color, densidad y brillo, además de garantizar una experiencia segura y sin complicaciones. Foto: (iStock)

La elaboración de sangre falsa casera para disfraces de Halloween se ha convertido en una alternativa segura y económica frente a los productos comerciales, gracias a la posibilidad de emplear ingredientes domésticos no tóxicos. Existen diversas fórmulas adaptadas tanto para la piel como para la ropa, e incluso para quienes buscan un efecto visual especialmente realista.

Para quienes desean aplicar sangre falsa directamente sobre la piel o en el maquillaje, la opción más recomendable utiliza jarabe de maíz o miel líquida clara como base. Al mezclar dos cucharadas de este ingrediente con una o dos gotas de colorante alimentario rojo, se obtiene un tono intenso.

La adición de una pizca de colorante azul o verde permite oscurecer el color y evitar un acabado demasiado brillante, mientras que 1/8 de cucharadita de cacao en polvo puede matizar el brillo y aportar mayor realismo. Esta mezcla resulta comestible, aunque no se aconseja ingerirla en grandes cantidades. Para retirarla, basta con emplear aceite de bebé o desmaquillante, seguido de un lavado con agua tibia y jabón.

En el caso de quienes buscan una sangre falsa que pueda aplicarse sobre prendas y retirarse fácilmente, la receta más eficaz combina una taza de agua con dos cucharadas de fécula de maíz. Tras disolver la maicena en agua fría y calentar la mezcla a fuego medio hasta que espese, se deja enfriar y se incorporan los colorantes alimentarios rojo y una gota de azul o verde.

Esta fórmula incluye ingredientes fáciles
Esta fórmula incluye ingredientes fáciles de conseguir. Foto: (iStock)

El resultado es una sustancia acuosa y espesa que simula la sangre y puede enjuagarse con facilidad. Para eliminarla de la ropa, se recomienda enjuagar con agua fría lo antes posible, pretratar con jabón enzimático y lavar en lavadora. Es fundamental evitar el uso de agua caliente antes del enjuague, ya que el calor puede fijar los colorantes y dificultar la limpieza.

Para quienes priorizan un efecto visual más denso y brillante, la variante más realista requiere 1/4 de taza de jarabe de maíz, una cucharadita de maicena disuelta en poca agua y una combinación de colorantes: una o dos gotas de rojo, 1/8 de azul y 1/8 de negro o cacao para oscurecer.

Al calentar suavemente el jarabe con la fécula disuelta y luego añadir los colorantes tras enfriar, se obtiene una mezcla de mayor viscosidad y brillo, ideal para simular heridas artificiales o gotas. La remoción en la piel se realiza igual que en la versión comestible, mientras que en la ropa se aconseja enjuagar en frío y lavar.

La seguridad y la facilidad de limpieza son aspectos centrales en la preparación y uso de sangre falsa casera. Se recomienda realizar una prueba de alergia aplicando una pequeña cantidad en el antebrazo antes de utilizarla en el rostro. Si se produce enrojecimiento o picor, debe evitarse su uso.

Esta mezcla se puede implementar
Esta mezcla se puede implementar en diversos disfraces para causar un aspecto más terrorífico. Foto; (iStock)

Además, es importante no aplicar la mezcla cerca de los ojos, la nariz o dentro de la boca, salvo que se utilicen ingredientes completamente comestibles y en cantidades mínimas. En el caso de los niños, se aconseja la supervisión adulta y preferir la receta a base de agua y maicena para facilitar la limpieza.

Para lograr un efecto más realista, se sugiere aplicar la sangre falsa en capas, comenzando con gotas y luego añadiendo chorreos, o utilizar un cepillo de dientes para crear salpicaduras finas.

En cuanto a la limpieza de la ropa, actuar con rapidez es fundamental: enjuagar en agua fría, pretratar con detergente enzimático y lavar, evitando secar con calor hasta comprobar que la mancha ha desaparecido.

Las mezclas pueden conservarse en frascos herméticos en refrigeración durante hasta una semana en el caso de las versiones con jarabe, o entre tres y cuatro días para la variante acuosa.