
Dormir es una necesidad biológica esencial para mantener la salud física y mental. Sin embargo, millones de personas en el mundo enfrentan dificultades para conciliar el sueño o descansar adecuadamente. Más allá del estrés o el uso excesivo de dispositivos electrónicos, la alimentación nocturna desempeña un papel fundamental en la calidad del descanso.
De acuerdo con especialistas en nutrición, ciertos alimentos contienen compuestos naturales que estimulan la producción de melatonina y serotonina, hormonas clave para regular el sueño y el estado de ánimo. Incorporarlos en una cena ligera puede marcar la diferencia entre una noche en vela y un descanso reparador.
Kiwi y plátano: aliados naturales del descanso
Uno de los más recomendados es el kiwi, una fruta rica en antioxidantes, serotonina y vitamina C. Diversos estudios han demostrado que consumir uno o dos kiwis antes de dormir puede acortar el tiempo para conciliar el sueño y mejorar su calidad. Además, su aporte de fibra y bajo contenido calórico lo convierten en una opción saludable para la noche.
El plátano es otro aliado natural del descanso. Contiene magnesio y potasio, minerales que ayudan a relajar los músculos y reducir la tensión corporal. También es fuente de triptófano, un aminoácido que el cuerpo transforma en serotonina, favoreciendo así la sensación de calma y bienestar.

Avena, leche tibia y manzanilla: opciones relajantes antes de dormir
La avena, tradicionalmente asociada con el desayuno, también puede ser una excelente opción nocturna. Rica en carbohidratos complejos y melatonina, ayuda a regular el ritmo circadiano y mantiene la sensación de saciedad sin provocar pesadez. Prepararla en porciones pequeñas, acompañada de leche tibia o frutas, puede convertirse en una cena perfecta para dormir mejor.
Por su parte, la leche tibia ha sido un remedio casero clásico para conciliar el sueño. Su contenido de triptófano, junto con el calor reconfortante, contribuye a una sensación de relajación. Finalmente, el té de manzanilla es una infusión natural con propiedades sedantes leves, capaz de reducir la ansiedad y promover el descanso profundo.
Hábitos nocturnos que favorecen un descanso reparador
Los expertos recomiendan evitar las cenas “pesadas”, el café, el alcohol y los alimentos ultraprocesados antes de acostarse, ya que pueden alterar el ciclo del sueño. En cambio, optar por combinaciones ligeras como avena con plátano, kiwi con yogur o una taza de manzanilla antes de dormir puede mejorar significativamente la calidad del descanso.

Adoptar estos hábitos no solo favorece el sueño, sino que también contribuye a un mejor estado de ánimo, concentración y bienestar general. En definitiva, dormir bien empieza por elegir bien qué cenar.


