
Una joven abogada mexicana llamada Carla Benítez, de 27 años, ha generado un fuerte debate en redes sociales tras admitir que, a pesar de haberse graduado con los más altos reconocimientos académicos, no siente ninguna motivación por ejercer su profesión. Su historia se ha convertido en un símbolo del desencanto profesional que viven miles de jóvenes en México y América Latina.
Benítez, quien comparte contenido en TikTok bajo el usuario @carlabenitez583, sorprendió a su audiencia al revelar que haber estudiado Derecho no le ha dejado satisfacción personal ni laboral. “Terminé la carrera con promedio de excelencia, pero eso no significa nada. Me siento completamente inútil”, confesó en un video que rápidamente se volvió viral.
En cuestión de horas, el clip alcanzó cientos de miles de reproducciones y miles de comentarios, convirtiéndose en un reflejo generacional de frustración. Más allá del tono autocrítico de Carla, su testimonio puso sobre la mesa un tema que incomoda a muchos: el peso cultural que aún se le da a los títulos universitarios frente a la búsqueda de la felicidad y la vocación.

La joven explicó que comenzó la licenciatura en un momento personal difícil y que, aunque logró graduarse con honores, nunca se sintió conectada con el Derecho. “No me interesa ejercer, ni siquiera me gusta la política ni nada relacionado con eso”, comentó con total honestidad.
El video dividió opiniones entre los usuarios. Algunos la acusaron de “malagradecida” por tener una oportunidad educativa que muchos no pueden costear, mientras que otros se identificaron plenamente con su historia. “También terminé mi carrera con buen promedio y jamás la ejercí. Pensé que era la única”, escribió una usuaria en los comentarios. Otro internauta señaló: “Me titulé en Derecho, pero terminé dedicándome a otra cosa que realmente amo. Te entiendo completamente”.
El caso de Carla Benítez ilustra una problemática creciente entre los jóvenes profesionales: la disonancia entre los estudios elegidos y las verdaderas pasiones personales. En un mercado laboral cada vez más cambiante, muchos sienten que un título universitario ya no garantiza el éxito ni la satisfacción profesional.
Psicólogos y especialistas en orientación vocacional han señalado que este fenómeno se ha incrementado en los últimos años. La presión social por elegir “carreras seguras” o “bien vistas” lleva a que muchos jóvenes se alejen de sus verdaderas inclinaciones, lo que desemboca en frustración, ansiedad y, en algunos casos, abandono profesional.
“Me llena de orgullo haber terminado una carrera difícil, pero no me veo trabajando en eso. Hoy busco reencontrarme y hacer algo que realmente me apasione”, concluyó Benítez en un video posterior, donde agradeció el apoyo recibido.


