
Sin duda el pan dulce es uno de los grandes placeres de los que suelen disfrutar los mexicanos; sin embargo, también suele tratarse de un gusto culposo, ya que la mayoría están hechos con ingredientes que los vuelven elevados en azúcar y calorías.
Y aunque comer pan dulce de manera ocasional puede formar parte de una alimentación saludable, sin duda siempre es bueno saber cuáles son las opciones con menos contenido caloríco.
Es por eso que aquí te contamos cuál es el pan mexicano con menos calorias, lo cual sin duda te sorprenderá, pues no muchas personas saben de este interesante dato.

Este es el pan dulce mexicano que tiene menos calorías
Aunque la repostería tradicional mexicana suele asociarse con un alto contenido calórico, existe una excepción destacada dentro de la amplia variedad de panes dulces.
Se trata nada más y nada menos que del cocol, el cual es considerado como el pan dulce mexicano que aporta menos calorías, con apenas 149 calorías por pieza, lo cual lo convierte en una opción preferente para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al placer de un buen pan.
Y es que aunque muchas personas no lo saben, el cocol se distingue no solo por su bajo aporte energético, sino también por la sencillez de sus ingredientes pues se elabora tan solo a base de harina de trigo, piloncillo y anís.
Esta combinación, que no incluye grandes contenidos de azúcar, lo convierte en una opción menos calórica que la de otros panes dulces, de acuerdo con información del sitio especializado My Fitness Pal.

Historia y origen del cocol: la opción saludable que no sacrifica el sabor
Su origen se remonta a la época posterior a la conquista, cuando los mexicas incorporaron técnicas de cultivo, molienda y horneado del trigo, fusionando elementos de la cultura española y mexicana.
El nombre proviene del náhuatl cocolli, que significa “golpe”, y su preparación ha evolucionado a lo largo de los siglos, permitiendo diversas variantes regionales.
En la actualidad, el cocol mantiene una presencia significativa en distintas regiones de la República Mexicana, especialmente en Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México.

Su sabor, menos empalagoso que el de otros panes, suele complementarse con una capa de ajonjolí o canela, y es habitual acompañarlo con café de olla, formando una dupla que sin duda invita a disfrutar del pan de una manera más saludable.