
Primavera, verano, otoño o invierno, en la actualidad no importa qué estación del año sea, ante el reciente cambio climático que hace que una tarde de sol abrazador se convierta en un abrir y cerrar de ojos en una tormenta.
El informarse sobre el clima se ha convertido en un hábito entre muchas personas para saber qué ropa ponerse, qué calzado elegir, planear un viaje o decidir si cargar o no con un paraguas. A continuación presentamos el estado del tiempo en Cancún para este 22 de octubre.
La probabilidad de lluvia para este miércoles en Cancún es de 55% durante el día y del 55% a lo largo de la noche.
En tanto, la nubosidad será del 76% en el transcurso del día y del 39% en el curso de la noche.
En cuanto a la temperatura se pronostica un máximo de 32 grados y un mínimo de 24 grados en esta región. Los rayos UV se pronostica alcanzarán un nivel de hasta 5.
Mientras que las ráfagas de viento alcanzarán los 32 kilómetros por hora en el día y los 33 kilómetros por hora por la noche.

El clima en la joya turística de Cancún
El clima en Cancún es de tipo semi-tropical, con humedad del 80% debido a las corrientes provenientes del Golfo de México; en esta región favorita de los turistas la temperatura media es de 26 grados, misma que puede llegar hasta los 35 grados durante el verano.
Pese a que el clima es muy parecido durante todo el año, se ven al menos dos periodos muy marcados: una que va de mayo a octubre y que es de temporada de lluvias pero ligeramente más cálidas; y otra que va de noviembre a abril, con un clima más fresco.
Las precipitaciones siempre se hacen presentes, pero son más cuantiosas en el verano, siendo los meses de septiembre y octubre los más peligrosos debido a la formación de tormentas tropicales, ciclones y huracanes.

Qué debo hacer para asegurar mi patrimonio debido a los fenómenos meteorológicos extremos
La falta de preparación ante fenómenos hidrometeorológicos representa un costo diario superior a los 25 millones de pesos para las empresas mexicanas, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Entre 2012 y 2024, se pagaron en promedio 7,591 millones de pesos anuales por siniestros relacionados con tormentas, lluvias intensas e inundaciones, un incremento del 91% respecto al periodo 2001–2012.
Este panorama refleja la creciente vulnerabilidad operativa y financiera de las compañías, especialmente durante la temporada de huracanes, que se extiende hasta el 30 de noviembre, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El pronóstico para 2025 indica una alta actividad ciclónica, con la posible formación de entre 8 y 9 tormentas tropicales, 4 o 5 huracanes de categoría 1 o 2 y hasta 6 huracanes intensos, de categoría 3 o superior.
Ante este escenario, Eduardo Gutiérrez, Socio Director en Eikos, consultora especializada en seguros y administración de riesgos, recomienda reforzar tres pilares fundamentales: seguros adecuados, protocolos internos robustos y alianzas estratégicas predefinidas.
En cuanto a cobertura, Gutiérrez advierte que disponer de una póliza no garantiza protección suficiente; “Una póliza integral frente a fenómenos hidrometeorológicos debe contemplar al menos los siguientes elementos: cobertura por huracanes, tormentas, granizo, deslaves e inundaciones; protección frente a interrupción de actividades o pérdida de ingresos; daños a bienes en tránsito o en uso fuera de planta; gastos adicionales por reubicación temporal; remoción de escombros y limpieza; procesos preferenciales de atención de siniestros”, detalla el especialista.
Además, recomienda revisar periódicamente los valores asegurados y mantener actualizadas las ubicaciones de los activos.
Un Plan de Respuesta ante Tormentas (ERP) debe contemplar cinco etapas:
Planeación anual.
Preparación inicial y final.
Respuesta durante el evento.
Recuperación posterior, incluyendo simulacros.
Actualización constante de procedimientos.
Más allá de los seguros, los protocolos internos juegan un papel clave en la gestión de riesgos. Alicia Martínez, Subdirectora de Daños, Autos y Fianzas de Eikos, señala que “es de gran relevancia que los protocolos incluyan canales de comunicación seguros, asignación de responsables por área y mecanismos para documentar daños con el fin de facilitar la gestión con aseguradoras y reducir el impacto en la continuidad del negocio”.