
El uso de proteína en el contexto del entrenamiento en gimnasio se ha consolidado como una estrategia fundamental para quienes buscan aumentar masa muscular y favorecer la recuperación tras rutinas de fuerza.
Diversos especialistas en nutrición deportiva señalan que el consumo adecuado de proteína contribuye a la reparación de las fibras musculares dañadas durante el ejercicio, optimizando los resultados físicos. La recomendación habitual es incorporar fuentes de origen animal o vegetal, como carnes magras, huevo, lácteos, legumbres o suplementos en polvo, según los requerimientos y preferencias individuales.
La cantidad necesaria depende del peso corporal, el nivel de actividad y los objetivos, estimándose entre 1,2 y 2 gramos por kilo diariamente en adultos que realizan entrenamiento de fuerza. Integrar proteína en las comidas principales y en el periodo posterior al ejercicio favorece el desarrollo y mantenimiento de la masa muscular, pilar esencial para el progreso en el gimnasio.
Una forma de usar la proteína en polvo es como base de un licuado. Aquí te damos una receta que te puede interesar.
Cómo preparar un licuado de cacahuate con piña para potenciar el crecimiento muscular

Para obtener un licuado nutritivo dirigido al desarrollo muscular, se recomienda reunir ingredientes frescos y calcular las porciones de acuerdo con las necesidades individuales. La base incluye media taza de cacahuate natural sin sal (aproximadamente 75 gramos), una taza de piña picada (125 gramos), un vaso de leche descremada o vegetal (250 ml), una cucharada de avena (opcional) y una porción de proteína en polvo si se busca elevar el consumo proteico.
El cacahuate es una fuente relevante de proteínas, grasas monoinsaturadas y minerales como el magnesio, factores que colaboran en la síntesis y recuperación de fibras musculares. Por su parte, la piña aporta vitamina C, bromelina y azúcares de rápida absorción, facilitando la reposición de energía después de entrenamientos intensos.
La preparación implica colocar los ingredientes en la licuadora, procesar hasta lograr una mezcla homogénea y servir inmediatamente para aprovechar la frescura y consistencia del batido. Si se prefiere una textura más ligera, se puede añadir agua fría o cubos de hielo al gusto.

Integrar el licuado de cacahuate con piña en la rutina diaria contribuye a cubrir el requerimiento energético habitual en personas activas, según especialistas en nutrición deportiva. Además, la presencia de fibra y antioxidantes favorece la digestión y reduce el impacto de los radicales libres producto del esfuerzo físico.
Especialistas consultados resaltan que el consumo posterior al entrenamiento puede acelerar los procesos de reparación muscular y contribuir a un aumento más notable en la fuerza. La flexibilidad de la receta permite combinar el licuado con otros alimentos recomendados por los profesionales de la salud o adaptarlo según objetivos específicos.
El consumo adecuado varía en función del peso, la intensidad de la actividad y los objetivos personales. La bebida puede incluirse en el desayuno, como merienda o en el periodo posterior a la actividad física para apoyar el desarrollo muscular de forma segura y sostenida.