
El helado de pan de muerto es una receta que combina tradición mexicana y creatividad contemporánea para rendir homenaje al Día de Muertos con una vuelta refrescante y gourmet.
Su origen ocurrió hace muy pocos años en las heladerías artesanales de Ciudad de México, como un homenaje moderno a uno de los panes más emblemáticos de la cultura mexicana.
El perfume inconfundible a azahar, vainilla y ralladura de cítricos del pan de muerto se ha transformado en un postre helado y cremoso ideal para disfrutar cuando el calor acompaña las tardes de otoño.

El pan de muerto, con su forma y decoración simbólica, se disfruta especialmente en noviembre, pero la versión helada permite extender su inigualable sabor durante todo el año. Aunque se puede disfrutar solo, también se recomienda acompañarlo con chocolate caliente o incluso servir entre dos rebanadas de pan de muerto para un “sándwich” doblemente festivo..
Receta del helado de pan de muerto casero con sabor a azahar
Ingredientes:
- 250 g de pan de muerto (preferentemente del día anterior)
- 500 ml de leche entera
- 250 ml de crema de leche (nata)
- 5 yemas de huevo
- 120 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Ralladura de 1 naranja
- 1 pizca de canela (opcional)
- 1 cucharadita de agua de azahar (recomendado)
- Una pizca de sal

Preparación:
- Desmenuzar el pan de muerto en trozos pequeños, retirando alguna decoración dura, como azúcar o costra gruesa.
- Calentar la leche y la crema junto con la ralladura de naranja y la canela hasta que el líquido comience a hervir, posteriormente, se retirará del fuego.
- Una vez que la mezcla quede lista, se agregarán las migas de pan de muerto y se dejará fusionar tapado por unos 30 minutos.
- Mientras tanto, se batirán las yemas con el azúcar y la sal hasta que blanqueen.
- Cuando la mezcla de leche esté lista, se deberá colar para retirar los residuos grandes de pan, presionando para extraer todo el sabor.
- Cuando la mezcla aún esté caliente, se verterá poco a poco sobre las yemas batidas, batiendo constantemente para evitar que se cocinen las yemas.
- La mezcla nuevamente será llevada al fuego bajo, revolviendo sin parar hasta que espese ligeramente (no debe hervir). Finalmente, se añadirá la esencia de vainilla y el agua de azahar.
- Es importante dejar enfriar la mezcla completamente tapada en la heladera (preferentemente 2 horas). Después de ese tiempo, se batirá vigorosamente cada 30-40 minutos durante las primeras 3 horas para mejorar la cremosidad.

Es recomendable congelar al menos 4 horas antes de servir, pues se puede conservar por hasta 2 semanas, en un recipiente hermético para mantener frescura y evitar la formación de cristales de hielo.