
La directora general de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del estado de Sonora, Teresa Arduña, dio a conocer que los resultados de los estudios para obtener un perfil genético de los restos encontrados en marzo de 2024, no fueron suficientes, pues el cráneo hallado en las inmediaciones de Punta Chueca no contaba con las condiciones necesarias.
“Ese hallazgo es de 2024, ya en el laboratorio de genética forense se estuvo trabajando durante dos meses aproximadamente (...) y no hemos obtenido perfil genético”, se le escucha decir en su declaración.
Además, por el momento descartaron cualquier vinculación con el caso del periodista Alfredo Jiménez Mota, desparecido en 2005 presuntamente por realizar investigaciones sobre narcotráfico en el estado.
“No nos podemos pronunciar acerca de la identidad o de a quién pertenecen eso restos”, aseguró la funcionaria.
Cabe recalcar que el hallazgo se produjo tras un reporte recibido a través de la línea de emergencias, que alertó sobre la presencia de restos óseos en una zona rural, a 150 metros de la entrada a Punta Chueca, sobre el tramo carretero Bahía de Kino–Punta Chueca.
El cráneo fue remitido al área de Genética de la Dirección General de Servicios Periciales, donde se aplicaron los procedimientos científicos habituales para intentar obtener un perfil genético.
La institución subrayó que cada hallazgo de este tipo es abordado con rigurosidad técnica y conforme a los protocolos periciales y de investigación vigentes, con el propósito de lograr la identificación de los restos y esclarecer los hechos.
En este caso, se emplearon todas las técnicas disponibles para el análisis genético, aunque los resultados no permitieron avanzar en la identificación. La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora reiteró que la investigación permanece abierta y que existe la posibilidad de aplicar nuevos estudios en el futuro.
¿Quién era el periodista desaparecido?

Alfredo Jiménez Mota permanece desaparecido desde el 2 de abril de 2005, cuando tenía 25 años y trabajaba en El Imparcial de Hermosillo, Sonora, donde investigaba temas de narcotráfico y seguridad pública.
Tras una investigación realizada por la periodista María Idalia Gómez, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) presentó el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en mayo de 2009.
De acuerdo con la organización, las autoridades mexicanas admitieron que la desaparición de Jiménez Mota estuvo relacionada con sus reportajes sobre el narcotráfico en el estado.
Como consecuencia de la desaparición y de las amenazas dirigidas a otros dos reporteros, El Imparcial suspendió la cobertura de temas vinculados al narcotráfico, al considerar que no existían garantías de seguridad para su equipo.


