
De acuerdo con el doctor Luis Fernández de Córdova y Río de la Loza, más de 20 mil personas practican cirugías estéticas sin certificación ni supervisión oficial, mientras que solo 2 mil 690 profesionales cuentan con la acreditación del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (CMCPER).
Esta situación, según el especialista, ha derivado en un entorno donde la mayoría de quienes ofrecen estos servicios carecen de las credenciales necesarias, lo que representa un peligro para la salud pública. Durante la presentación de su libro Cédula en Jaque, Fernández de Córdova, egresado de la Universidad Westhill y con especialización en cirugía plástica, estética y reconstructiva por la Universidad Federal do Estado do Rio de Janeiro, expuso que más del 88% de los cirujanos plásticos en el país no están certificados.
El médico denunció que la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER) mantiene prácticas que obstaculizan la certificación de médicos calificados, recurriendo a mecanismos de amiguismo, cobro de cuotas excesivas y presiones indebidas.
Según sus declaraciones, estas dinámicas favorecen a quienes operan sin credenciales y dificultan el acceso a la certificación para quienes sí cumplen con los requisitos, además, señaló que la AMCPER permite la apertura de clínicas por parte de profesionales no certificados, lo que incrementa el riesgo para los pacientes.
Por otra parte, Fernández de Córdova propuso que el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (CONACEM), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud (SSA) asuman la responsabilidad de avalar a los cirujanos plásticos. Además, expresó la necesidad de legislar en favor del fortalecimiento del sector salud.
En este contexto, hizo referencia al caso de Paloma Nicole, una menor de edad que perdió la vida tras ser sometida a una cirugía estética por su influencia de su madre y padrastro, como ejemplo de las consecuencias de la falta de regulación.

La ausencia de certificación ha propiciado numerosos casos de negligencia médica con desenlaces fatales. Entre los incidentes recientes que ilustran la gravedad del problema se encuentran los de Paloma Nicole Arellano en Durango, Jacqueline Yamileth Briones en Nuevo León, Dora Isela C. en Chihuahua y Elena Larrea en la Ciudad de México.
En el estado de Chihuahua, se han registrado al menos 20 muertes relacionadas con cirugías estéticas en los últimos años, aunque solo seis de estos casos han dado lugar a carpetas de investigación, con tres sanciones por usurpación de profesión y ningún detenido hasta octubre de 2025.
Finalmente el especialista condenó lo ocurrido y aseguró que “la falta de regulación y supervisión ha derivado en tragedias que pudieron evitarse”, según mencionó durante su conferencia de prensa.