
La madre de Alejandro Garín, Georgina Velazquez, mantiene activa su exigencia de justicia tras la muerte de su hijo, ocurrida mientras se encontraba interno en un centro de rehabilitación certificado.
A pesar del paso del tiempo, a casi cuatro meses del incidente, Georgina sostiene que Garín fue víctima de tortura y golpes fatales en el anexo donde permaneció menos de 36 horas antes de fallecer.
En distintas declaraciones, la madre recalcó que convenció a su hijo de internarse en busca de ayuda profesional; sin embargo, pocos días después, se le notificó que su hijo había muerto opr un infarto.
El caso de Alejandro Garín
Según Georgina, la notificación oficial sobre el estado de Garín fue abrupta, pues ella había marcado un día antes de su muerte para preguntar por el estado de su hijo y le informaron que Alejandro estaba bien.
Sin embargo, un día después, Alejandro murió en el hospital, con marcas de ataduras, golpes en la cabeza, fracturas en costillas y dientes, además de hematomas y lesiones compatibles con asfixia.
La Fiscalía reportó días después que el centro donde ocurrieron los hechos contaba con los permisos legales requeridos. Sin embargo, tanto la familia como allegados insistieron en que las evidencias apuntan a una muerte provocada por actos de violencia.
“Fue víctima de una brutal tortura. Más de trescientos golpes, fracturas en la cabeza, costillas, dientes, lesiones en sus órganos vitales y señales de ahorcamiento y ataduras en manos y pies”, declaró la madre a través de un video en redes sociales el pasado 4 de octubre.
La madre de Alejandro Garín reiteró en redes sociales y ante medios de comunicación que su objetivo es impedir que el caso quede en el silencio o en la impunidad.
Insistió en la necesidad de divulgar la historia y de exigir acciones a las autoridades: “Mi hijo tenía un nombre, una familia y también tenía sueños. Por eso hoy pido que nos ayuden a compartir su caso, que nadie más viva lo que él vivió, todo lo que sufrió, todo el terror que le hicieron pasar a estas personas”, declaró en redes sociales.
Inconsistencias con la Fiscalía

La madre de Alejandro también denunció varias inconsistencias con la Fiscalía, pues, según ella desde el primer momento, las autoridades intentaron ocultar el homicidio, retrasando el envío del boletín informativo a los medios de comunicación y permitiendo que los responsables del lugar limpiaran la escena antes de que se realizara el cateo oficial, el cual ocurrió el 11 de julio, cuatro días después de los hechos.
Asegura también que, tras recibir un “pitazo”, los operadores del anexo trasladaron a varios internos a otros centros durante la madrugada del 8 de julio, presuntamente para evitar que declararan.
Pese a la contundencia del peritaje forense y la existencia de una carpeta de investigación abierta, la Fiscalía emitió declaraciones que minimizan lo ocurrido, sugiriendo que Alejandro habría muerto por una caída desde una litera, versión que la familia considera absurda e insultante.
Además, su caso no fue incluido en la lista oficial de fallecidos en anexos durante 2025, lo que refuerza las sospechas de encubrimiento institucional