
El pasado sábado 27 de septiembre del año en curso, se encontraron restos humanos envueltos en bolsas de plástico de color negro sobre la carretera Cosalá–Casas Grandes, en las inmediaciones de Elota, Sinaloa.
Este episodio movilizó a las autoridades, quienes confirmaron que la víctima, cuya identidad permanece desconocida, fue localizada en un tramo rural de la vía.
El descubrimiento se produjo alrededor de las 15:30 horas, cuando una llamada al 911 alertó sobre la presencia de un cuerpo envuelto en plástico negro, abandonado en la carretera que conecta el crucero de Cosalá con el poblado Casas Grandes.
Cómo sucedieron los hechos

De acuerdo con reportes de fuentes locales, entre ellos Línea Directa, elementos de seguridad acudieron al sitio, ubicado a un kilómetro al poniente de La Papalota y a dos kilómetros al oriente del cruce con la carretera Internacional México 15, en el tramo libre Culiacán–Mazatlán.
Al llegar, los agentes confirmaron el homicidio y delimitaron el perímetro para preservar la escena, según la información recabada por Noroeste.
La inspección inicial reveló que se trataba de un solo cuerpo, cuyas extremidades habían sido desmembradas y distribuidas en varias bolsas de plástico negras. La cabeza, las manos, los pies y el torso, se encontraban en bolsas separadas, aunque algunas partes fueron halladas juntas.

Las condiciones en las que se encontraron los restos impidieron a las autoridades obtener características que permitieran identificar a la víctima, según detalló Noroeste.
Al lugar acudieron elementos de distintas corporaciones policiacas, así como personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes aseguraron el área y dieron fe del hecho. Posteriormente, agentes de la Fiscalía General del Estado y de la Dirección General de Investigación Pericial realizaron las diligencias correspondientes, mientras que Policías Investigadores llevaron a cabo los trabajos de campo necesarios para la investigación.
Una vez finalizadas las labores en el sitio, los restos fueron trasladados a Mazatlán para la práctica de pruebas periciales. El cuerpo quedó bajo resguardo del Servicio Médico Forense (Semefo), donde se le aplicará la necropsia legal, en un proceso en el que se busca aportar elementos para el esclarecimiento del caso.
Las condiciones en las que se encontraron los restos impidieron a las autoridades obtener características que permitieran identificar a la víctima. Además, el hallazgo de restos humanos en una vía pública es un hecho de alto impacto social y de seguridad, relevante para la audiencia por su gravedad, la implicación de violencia y la intervención de diversas autoridades.


