
El 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, ubicada en el municipio de Tixtla, Guerrero, fueron atacados por policías locales mientras se dirigían a una manifestación en Iguala y tomar autobuses para participar en la conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México, por la represión de 1968, sin saber que ellos serían otro ejemplo de ello.
Desde entonces han pasado 11 años de un hecho que marcó para siempre la memoria colectiva del país, su desaparición se convirtió en símbolo de exigencia de verdad y justicia en México y en el extranjero, dando origen a uno de los movimientos sociales más relevantes de las últimas décadas.
La lucha sigue
Como en este y todos los aniversarios previos, familiares, organizaciones civiles y defensores de derechos humanos reafirman que la lucha sigue viva. Es así como madres y padres de los normalistas han encabezado movilizaciones, caravanas y encuentros internacionales para mantener el caso en la agenda pública, denunciando omisiones, encubrimientos y la falta de resultados en las investigaciones oficiales.

Fue el Ejército
El caso ha expuesto redes de colusión entre autoridades municipales, policías, integrantes del crimen organizado y la participación de instituciones federales. La llamada “verdad histórica”, presentada en 2015 por la entonces Procuraduría General de la República (PGR), fue desestimada tiempo después por organismos nacionales e internacionales al carecer de sustento científico y por las irregularidades cometidas durante las indagatorias.
El paso del tiempo no ha reducido la exigencia de esclarecimiento. Organismos como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han aportado información clave, señalando que el Ejército y otras corporaciones tuvieron conocimiento en tiempo real de los hechos y que parte de los registros fueron ocultados. Pese a ello, aún no se conoce el paradero de los estudiantes.
Un año más...
Durante los últimos años, el gobierno federal se ha colgado de la situación y lo ha usado como bandera y ha reiterado su compromiso con el caso, creando la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa con resultados que a nadie convence. No obstante, los familiares de los 43 denuncian que la información sigue fragmentada y que las líneas de investigación sobre la participación de las Fuerzas Armadas avanzan con lentitud.
Cada aniversario, plazas y calles del país se llenan de consignas, marchas y actos conmemorativos que buscan mantener viva la memoria de los jóvenes como ocurrió ayer -25 de septiembre-, previo a los 11 años, al incendiar un camión en la puerta principal del Campo Militar 1A, en el Estado de México, así como pintas, consignas, mantas y fotografías recordando que la exigencia de justicia no prescribe.
Hoy a las 16 horas, en la Ciudad de México, se realizará una mega marcha que partirá del Ángel de la Independencia para llegar al Zócalo, cuyo recorrido será por Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Eje Central y 5 de Mayo.


