
Los legisladores Leonor Gómez Otegui y Paulo Emilio García Gonzáles (Morena) llevaron al Congreso de la Ciudad de México la propuesta para expedir la Ley de Control de Ruido de la Ciudad de México.
El objetivo es “Declarar la producción masiva de ruido en el territorio capitalino como un problema de salud pública”, de esta manera se podrá reducir, prevenir y reparar los daños a la integridad física y psicológica relacionados a la exposición prolongada al ruido, aseguró la diputada.
Para cumplir con estos objetivos, parte fundamental de la propuesta es crear un plan estratégico de protección contra el ruido, el estará compuesto por:
- Diagnóstico de la situación de la contaminación acústica en la CDMX.
- Mapas donde se identifiquen zonas de mayor concentración de ruido.
- Metas cuantificables y plazos definidos para la reducción de niveles sonoros en avenidas, barrios residenciales y áreas sensibles.
- Clasificación de fuentes emisoras de ruido.
- Establece las competencias y actividades que deberá tener cada autoridad para sancionar los casos donde incumplan la ley.
- Límites de ruido señalados por el proyecto.
Detalles de la propuesta

La diputada Leonor Gómez Otegui explicó que la ley busca atender el problema de la contaminación acústica en la Ciudad de México, un fenómeno que incide en la calidad de vida de millones de habitantes.
Gómez indicó que las actividades cotidianas de los más de nueve millones de habitantes en la capital generan picos sonoros que alcanzan hasta cien decibeles en algunos momentos. La diputada ejemplificó que esta cifra representa 50 decibeles por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud; motivo por el cual la Ciudad de México se ubica en el octavo lugar entre las urbes más ruidosas del mundo.
De acuerdo con la arquitecta e ingeniera Jimena de Gortari Ludlow, las principales fuentes de ruido en la capital son: el tráfico vehicular y el transporte público, así como la música y los altavoces de establecimientos comerciales, bares, terrazas, restaurantes y salones de fiestas. También contribuyen los eventos y concentraciones masivas en espacios como el Palacio de los Deportes y el Autódromo Hermanos Rodríguez.
La diputada agregó que la ausencia de una regulación específica o la falta de cumplimiento ha provocado malestar entre vecinos y se ha convertido en un problema de salud pública.
Señaló que estar expuesto constantemente al ruido puede causar pérdida progresiva de la audición, estrés crónico, trastornos del sueño, fatiga, aumento en la presión arterial y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, incide en la concentración y el rendimiento escolar y laboral.