
Estamos a unas horas de que se lleve a cabo el Simulacro Nacional 2025 el día viernes 19 de septiembre a las 12 horas, como parte de las actividades para concientizar y fomentar acciones preventivas en un país como México, donde los sismos forman parte de la vida cotidiana.
Y como parte de las labores de priorizar nuestra seguridad ante tales fenómenos naturales, la experiencia ha demostrado que contar con un kit de emergencia preparado y accesible puede marcar la diferencia durante las primeras horas posteriores a un temblor.
Especialistas en protección civil y organismos como el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) recomiendan integrar artículos indispensables que permitan enfrentar escenarios de incertidumbre, cortes de energía y limitaciones en los servicios básicos.
No obstante, los especialistas subrayan que esta herramienta por sí sola no garantiza la seguridad, pero complementa las medidas de prevención y permite atender necesidades inmediatas mientras llegan los servicios de rescate o se restablecen los servicios básicos.
La herramienta
El llamado “kit básico para emergencias sísmicas” es una medida preventiva que toda familia debería tener lista en un lugar seguro y de fácil acceso.
Estos son los elementos más importantes que debe contener:
- Linterna.
- Un radio de baterías o de manivela.
- Botella o termo con agua.
- Alimentos enlatados y secos.
- Ropa abrigadora.
- Encendedor o cerillos.
- Silbato.
- Documentos personales, de vivienda y pólizas de seguro.
- Copia de las llaves del hogar.
- Botiquín de primeros auxilios (incluir medicamentos prescritos).

Casos de éxito
Las autoridades recomiendan además revisarlo periódicamente, verificar la caducidad de los alimentos y el estado de las baterías, así como realizar simulacros familiares para que todos sepan dónde encontrarlo y cómo utilizarlo.
⇒ Preparar este conjunto de artículos es un ejercicio de responsabilidad y autocuidado que fortalece la cultura de prevención. ⇐
Contar con un kit no solo ayuda a enfrentar las primeras horas tras un movimiento telúrico, sino que también brinda tranquilidad y confianza ante la adversidad, en un contexto donde la reacción rápida puede salvar la vida propia o la de otros.
En países con alta sismicidad como Japón y Chile, la cultura de prevención han demostrado que es una práctica esencial. Estos países promueven desde la escuela la preparación familiar. Gracias a esta medida, las comunidades responden de manera más organizada y resiliente, reduciendo riesgos y facilitando la atención en las primeras horas tras un sismo o cualquier otro fenómeno de la naturaleza.


