Seis maneras de cuidar tus articulaciones para prevenir su desgaste y dolor

La salud articular podría depender de ciertos hábitos y prácticas de la vida cotidiana

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algunas medidas son esenciales para
algunas medidas son esenciales para mantener las articulaciones en buen estado. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El desgaste de las articulaciones es un proceso natural que puede acelerarse debido a múltiples factores, como el envejecimiento, el sobrepeso, una mala alimentación, la inactividad física o incluso una mala postura.

Aunque muchas veces se asocia con personas mayores, lo cierto es que el deterioro articular también puede afectar a adultos jóvenes si no se toman medidas preventivas a tiempo. Por eso, cuidar tus articulaciones debe ser parte de tus hábitos cotidianos para mantener una buena calidad de vida y evitar afecciones como la osteoartritis, que puede limitar la movilidad y causar dolor crónico.

Uno de los factores más determinantes para la salud articular es el peso corporal. Mantener un peso saludable reduce significativamente la presión sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas, caderas y columna vertebral. Según expertos, por cada kilo de peso adicional, las rodillas reciben hasta cuatro veces más presión con cada paso. Por lo tanto, bajar de peso —incluso de manera moderada— puede tener un impacto positivo considerable en la prevención del desgaste articular.

Estas medidas ayudan a evitar
Estas medidas ayudan a evitar el deterioro articular. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La actividad física regular también es clave. Hacer ejercicio mantiene las articulaciones lubricadas y fortalece los músculos que las rodean, lo cual reduce el riesgo de lesiones y mejora la estabilidad. Se recomienda practicar ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar, montar bicicleta o hacer yoga, ya que ayudan a conservar la flexibilidad sin causar daños. Realizar al menos 30 minutos de actividad moderada al día puede marcar una diferencia significativa en la salud de tus articulaciones.

Una buena postura, tanto al estar de pie como al sentarse o al levantar objetos, también ayuda a prevenir el desgaste desigual y la tensión innecesaria en las articulaciones. Mantener la espalda recta, los hombros relajados y los pies bien apoyados evita sobrecargas en la columna y las extremidades.

Asimismo, si trabajas muchas horas frente a una computadora, es recomendable usar sillas ergonómicas y ajustar la altura del monitor para mantener la alineación corporal adecuada.

La actividad física es esencial
La actividad física es esencial para mantener unas articulaciones sanas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Fortalecer los músculos es otro factor importante. Los músculos fuertes amortiguan el impacto sobre las articulaciones y ayudan a mantener una correcta alineación durante el movimiento. Incluir ejercicios de fuerza dos o tres veces por semana —como sentadillas, planchas o levantamiento de pesas ligeras— puede contribuir a un soporte muscular que proteja las articulaciones en el largo plazo.

La alimentación también juega un papel esencial. Consumir alimentos ricos en calcio, vitamina D, magnesio y ácidos grasos omega-3 favorece la salud ósea y articular. Verduras de hoja verde, pescados grasos, frutos secos, semillas y productos lácteos deben formar parte de una dieta balanceada. Además, una buena hidratación es fundamental para mantener el cartílago articular flexible y funcional.

Por último, es importante evitar tanto los movimientos repetitivos sin descanso como los periodos prolongados de inactividad. Permanecer en la misma postura por mucho tiempo o realizar actividades como teclear, cargar peso o escribir sin pausas puede provocar microlesiones. Se recomienda alternar la actividad con descansos cortos y estiramientos, así como cambiar de posición regularmente durante el día.