
La preocupación por la exfoliación facial ha cobrado fuerza en los últimos años, impulsada por mensajes en redes sociales y publicaciones especializadas que la presentan como un paso imprescindible para el cuidado de la piel.
Sin embargo, dermatólogos advierten que no exfoliarse no supone ningún riesgo real para la salud cutánea, y que, en muchos casos, la piel se encarga de este proceso de manera natural, por lo cual, exfoliarte regularmente está de más.
La exfoliación consiste en eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel. Según Dr. Joshua Zeichner, profesor asociado de dermatología y director de investigación cosmética y clínica en el hospital Mount Sinai de Nueva York, este mecanismo forma parte del ciclo vital natural de la piel, que se renueva cada pocas semanas.
Cuando las células muertas se acumulan, la piel puede lucir opaca, motivo por el cual algunas personas optan por acelerar este recambio mediante exfoliantes.
Diferencia entre exfoliantes físicos y los químicos

Existen dos grandes categorías de exfoliantes: los físicos y los químicos. Los primeros, como los populares exfoliantes con partículas granuladas o el uso de esponjas ásperas, actúan eliminando las células muertas por fricción.
Los exfoliantes químicos, en cambio, contienen ácidos que disuelven las uniones entre las células, facilitando su desprendimiento.
Zeichner explica que estos productos suelen incluir alfa-hidroxiácidos como el ácido glicólico o láctico, y beta-hidroxiácidos como el ácido salicílico.
Además, Dr. Murad Alam, vicedecano del departamento de dermatología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, señala que los retinoles presentes en cosméticos o medicamentos tópicos también pueden ejercer una función exfoliante.
Entre los beneficios de una exfoliación adecuada, la dermatóloga Shari Lipner de Weill Cornell Medicine destaca la mejora en la claridad de la piel, la prevención de poros obstruidos y, por tanto, del acné, así como una mayor eficacia de los productos aplicados posteriormente. Este procedimiento resulta especialmente útil en personas con tendencia acneica.
¿exfoliación puede revertir los signos del envejecimiento?

No obstante, la creencia de que la exfoliación puede revertir los signos del envejecimiento, como las arrugas o las líneas finas, no cuenta con el respaldo unánime de los especialistas. Dr. Rachel Reynolds, presidenta interina de dermatología en el Beth Israel Deaconess Medical Center afiliado a Harvard, afirmó en mayo que no considera que la exfoliación pueda corregir las arrugas de nadie.
En cuanto a la frecuencia recomendada, Zeichner sostiene que “nadie necesita exfoliarse todos los días” y que, para la mayoría, basta con hacerlo una o dos veces por semana. Lipner matiza que la periodicidad debe adaptarse al tipo de piel: quienes tienen piel grasa pueden exfoliarse semanalmente, mientras que las personas con piel seca o sensible deberían limitar la exfoliación a una o dos veces al mes.
Antes de incorporar un nuevo exfoliante, Alam aconseja probarlo en una pequeña zona de la piel para observar la reacción. Además, desaconseja su uso en presencia de acné activo, heridas abiertas o quemaduras solares, ya que la piel ya se encuentra dañada y la exfoliación podría agravar la irritación, provocar cambios en la pigmentación o incluso dejar cicatrices. “La exfoliación en estas condiciones puede causar más irritación, oscurecimiento o aclaramiento de la piel, e incluso cicatrices”, advierte.
El exceso de exfoliación, tanto química como física, puede resultar perjudicial. Alam explica que un uso excesivo puede irritar la piel, provocar desgarros y dañar las células cutáneas, además de eliminar los aceites y compuestos naturales que la mantienen saludable. Los signos de sobreexfoliación incluyen sequedad, enrojecimiento, irritación, picor y descamación. En estos casos, Lipner recomienda suspender la exfoliación y hidratar la piel al menos dos veces al día, o incluso tres si la sequedad es intensa.
Frente a la insistencia de la industria cosmética y las redes sociales, los expertos coinciden en que no exfoliarse no conlleva ningún daño. “No hay ningún perjuicio en no exfoliarse”, afirma Lipner. La piel puede lucir algo más apagada, pero completará su proceso de renovación en unas semanas de forma natural.
Para la mayoría de las personas, Alam concluye que mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente y beber agua en cantidad adecuada resulta más beneficioso para la salud cutánea que la exfoliación.