
La cantante y actriz Thalía sorprendió a seguidores y público este martes al revelar una travesura que realizó siendo adolescente: junto a su amiga Yolanda Andrade arrojó una bolsa de jabón en la emblemática fuente de la Diana Cazadora, uno de los monumentos más icónicos de la Ciudad de México.
La travesura ejecutada por Thalía y Andrade fue confesada en un video que circula en redes sociales y generó de inmediato debate y reacciones divididas entre usuarios y figuras del espectáculo.
Si bien muchos desconocían que existía una amistad entre ambas, ésta se mantiene vigente hasta la actualidad. Para prueba, por ejemplo, los mensajes mutuos de felicitación y apoyo que se dedican en fechas especiales.
Recientemente, Yolanda celebró el cumpleaños de la cantante con un mensaje lleno de cariño, en medio de las especulaciones sobre su estado de salud.
¿Cómo fue la travesura de Thalía y Yolanda?

De acuerdo con el relato de Thalía, tanto ella como Yolanda Andrade tenían alrededor de quince años cuando llevaron a cabo dicha travesura en La Diana Cazadora ubicada sobre Paseo de la Reforma.
“Una vez, ahí mi amiga Yolanda Andrade y yo, éramos bien chiquititas, yo creo que teníamos como 15 años... manejamos ahí, nos paramos al ladito y aventamos una bolsa de jabón. Sí fuimos al Ángel y cuando dimos la vuelta las burbujas ya llegaban por todos lados”, narró con tono nostálgico.
Sus palabras, aunque evocan una época de aventuras adolescentes, no tardaron en despertar debate sobre el respeto al patrimonio nacional.

La Fuente de la Diana Cazadora, ubicada en el Paseo de la Reforma, es considerada una de las esculturas más importantes de la capital mexicana y suele estar protegida por normas de conservación estrictas. En el mismo video, Thalía reconoció su arrepentimiento y cuestionó la falta de consciencia que tuvo en ese momento.
“Todavía me arrepiento de eso, no sabes qué mal me siento, eso es Patrimonio Nacional, ¿no? y yo ahí con mi amiga aventando una bolsa de Ajax, es mi confesión”, dijo la cantante en tono de arrepentimiento.
El video ha sido replicado por diferentes cuentas de fans y pronto escaló entre las tendencias por lo polémico de la confesión y el tipo de travesura. Y es que aunque Thalía lo describió como una simple broma de su adolescencia, el acto saca a la luz el tema de la responsabilidad sobre el cuidado de espacios públicos y memoria histórica.