El llamado urgente del obispo de Chilpancingo-Chilapa José de Jesús González Hernández para proteger y respaldar a las madres buscadoras de personas desaparecidas en México se escuchó con fuerza durante la conmemoración del Día Internacional contra la Desaparición Forzada en Chilpancingo, Guerrero.
En un acto celebrado el sábado 30 de agosto en la Alameda Granados Maldonado, el prelado denunció que estas mujeres son perseguidas y, en ocasiones, asesinadas por su labor. Además, compartió que su propia familia ha sufrido la desaparición de un ser querido.
Durante la ceremonia, que incluyó una misa en memoria de las víctimas y la colocación de imágenes en el memorial dedicado a los desaparecidos, González Hernández dirigió un mensaje directo a las madres buscadoras reunidas en el lugar.

El obispo subrayó la urgencia de acompañar y brindar mayor apoyo a quienes, en su búsqueda de justicia y verdad, se exponen a riesgos extremos.
“Yo creo que hay que acompañar más a las madres buscadoras, ellas son perseguidas, a veces incluso hasta asesinadas y requiero de toda nuestra empatía”, expresó el líder religioso en declaraciones recogidas por Interacción Noticias.
El evento, realizado en el contexto de una fecha internacionalmente reconocida por la defensa de los derechos humanos, reunió a familiares de desaparecidos, colectivos y representantes de la Iglesia católica local.
La Alameda Granados Maldonado, donde se ubica un monumento en honor a las víctimas, se convirtió en punto de encuentro para quienes exigen respuestas y acciones concretas ante la crisis de desapariciones forzadas que afecta a Guerrero desde la década de los setenta.
En un testimonio personal que hasta ahora no había compartido públicamente, González Hernández reveló que su familia también ha sido golpeada por este fenómeno.
“Tengo una hermana que tiene 25 años esperando a que regrese su hijo, ella vive en el completo luto, siempre vestida de negro; pero tiene la esperanza de que aparezca aunque sea solo un huesito, una cenicita”, relató el obispo.
El prelado también hizo un llamado a la conversión de quienes participan en actividades criminales, recordando que, pese a sus actos, siguen siendo seres humanos con posibilidad de redención.
En el plano político y social, el obispo se sumó a la exigencia de los colectivos de Guerrero para que el Congreso local apruebe una Ley Contra la Desaparición Forzada.

Según explicó, esta legislación dotaría a las madres buscadoras y a los familiares de desaparecidos de herramientas sociales, logísticas y jurídicas necesarias para continuar su labor.
“Es importante que el Congreso local ya apruebe una Ley Contra la Desaparición Forzada, como lo reclaman los colectivos de Guerrero”, afirmó el obispo.
La jornada estuvo marcada por diversas actividades impulsadas tanto por madres buscadoras como por estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, quienes colocaron fotografías de víctimas en distintos puntos de la capital guerrerense.
Con estas acciones, los participantes insistieron en que las autoridades no pueden desentenderse de un fenómeno que ha marcado a la entidad durante décadas y que sigue exigiendo atención y justicia.