
El 14 de septiembre de 1813, en un contexto de lucha y transformación, el Congreso del Anáhuac recibió un documento clave que sintetizaba las aspiraciones independentistas y sociales de la Nueva España: los Sentimientos de la Nación.
Redactado y presentado por José María Morelos y Pavón, los Sentimientos de la Nación no solo definieron el rumbo político del proceso de independencia, sino que introdujo principios que marcarían la historia constitucional mexicana. Más de dos siglos después, su influencia sigue vigente en el imaginario nacional y en los fundamentos mismos de la vida institucional del país.
Según detalla la Secretaría de la Defensa Nacional, los Sentimientos de la Nación de José María Morelos y Pavón nacieron en una etapa crucial donde las ideas de soberanía popular y los ideales ilustrados ya circulaban con fuerza en América.

Inspirado directamente por la Revolución Francesa, Morelos propuso en 23 puntos la estructuración de una nueva nación basada en la igualdad, la libertad y el respeto a los derechos fundamentales. En ese sentido, el documento impulsó el principio de que América debía ser independiente no solo de España, sino de cualquier tipo de dominación extranjera y de los sistemas monárquicos.
Uno de los aportes más relevantes del documento reside en el planteamiento sobre la organización política. Los Sentimientos de la Nación sentaron la base para dividir al poder en ramas ejecutiva, legislativa y judicial, promoviendo así la institucionalización de un sistema de contrapesos, con la ley como máxima autoridad y la soberanía emanando del pueblo.
Además, Morelos introdujo planteamientos sociales sumamente vanguardistas para la época. A través de puntos centrales como la abolición de la esclavitud y la igualdad de todos ante la ley, se buscó eliminar definitivamente las distinciones por casta, raza o condición social. Se establecieron límites a prácticas como la tortura y se garantizó por primera vez en sentido amplio la protección de los derechos humanos para toda la población.

El impacto de los Sentimientos de la Nación no fue inmediato, pero sembró la semilla de la igualdad legal y política en el país. Con el tiempo, muchas de esas aspiraciones cobrarían vida en las constituciones mexicanas. El documento, más allá de su contexto revolucionario, significó el nacimiento de una visión moderna del Estado mexicano, sostenida en la representación popular y el respeto a las libertades esenciales.
Sin embargo, uno de los aspectos más significativos de los Sentimientos de la Nación y que a menudo pasa inadvertido está contenido en su punto número 23. Morelos incluyó una disposición específica orientada a la memoria colectiva y la construcción de identidad, dice a la letra lo siguiente:
“Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levantó la voz de la Independencia y nuestra santa Libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída; recordando siempre el mérito del grande héroe, el señor Dn. Miguel Hidalgo y su compañero Dn. Ignacio Allende.”