
En México, garantizar una pensión digna al llegar a la jubilación es una de las principales preocupaciones de los trabajadores. Entre las opciones que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), destaca la Modalidad 40, un esquema que permite seguir cotizando de manera voluntaria aun sin tener un patrón.
Esta alternativa resulta especialmente atractiva para quienes iniciaron su vida laboral antes del 1 de julio de 1997 y, por lo tanto, se rigen bajo la Ley 73 del IMSS.
¿Quiénes se benefician más de la Modalidad 40?
De acuerdo con especialistas en seguridad social, la Modalidad 40 es recomendable para:
- Trabajadores bajo la Ley 73. En este régimen, la pensión se calcula con base en el promedio salarial de los últimos cinco años cotizados y en el número de semanas acumuladas. Gracias a la Modalidad 40, es posible elevar ambos factores y obtener una pensión significativamente mayor.
- Ex trabajadores sin patrón. Quienes ya no cuentan con empleo formal, pero desean seguir cotizando para mejorar su pensión, pueden inscribirse en esta modalidad y aportar de manera independiente.
- Personas con capacidad económica para pagar cuotas altas. La ley permite elegir un salario base de cotización hasta el tope máximo. Esto significa que, si bien las aportaciones son más elevadas, la pensión mensual puede aumentar hasta en un 300 por ciento o más, dependiendo del tiempo que se permanezca en el esquema.
- Trabajadores que necesitan completar semanas. Si al llegar a los 60 años aún faltan semanas para cumplir el mínimo requerido, la Modalidad 40 permite cotizar con la cuota más baja, únicamente para sumar semanas y asegurar el derecho a la pensión.

¿A quiénes no les conviene?
La Modalidad 40 no es universal. Quienes cotizan bajo la Ley 97 (es decir, quienes comenzaron a trabajar formalmente después del 1 de julio de 1997) no obtendrán un beneficio real, ya que en su caso la pensión depende del ahorro acumulado en la AFORE.
Tampoco es opción para quienes aún están registrados con un patrón ni para personas que no cuentan con los recursos económicos suficientes para mantener cuotas elevadas durante varios años.
Una decisión estratégica para 2025
En conclusión, la Modalidad 40 es una inversión estratégica para quienes cumplen con el perfil adecuado: trabajadores próximos a la jubilación, bajo la Ley 73 y con la posibilidad de aportar cuotas altas durante un periodo mínimo de cinco años. Para este sector, representa la posibilidad de asegurar una pensión más justa y acorde con su trayectoria laboral.

La clave está en evaluar la situación personal y financiera de cada trabajador, ya que lo que para unos es un camino a una jubilación cómoda, para otros podría significar un esfuerzo económico que no se traduce en beneficios reales.