¿Cómo quitar las ganas de tener relaciones sexuales? Tres cosas que aumentan tu líbido y no lo sabías

Mientras algunas personas buscan aumentar su apetito sexual, otras se preguntan cómo pueden reducirlo o manejarlo

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¿Cómo quitar las ganas de
¿Cómo quitar las ganas de tener relaciones sexuales? Tres cosas que aumentan tu líbido y no lo sabías crédito Canva

El deseo sexual y los niveles de líbido suelen variar a lo largo de la vida y pueden estar influenciados por numerosos factores, tanto internos como externos. Mientras algunas personas buscan aumentar su apetito sexual, otras se preguntan cómo pueden reducirlo o manejarlo, y existen alternativas naturales y estrategias respaldadas por especialistas para lograrlo.

Adoptar un enfoque equilibrado sobre la sexualidad personal puede contribuir al bienestar emocional y físico. La líbido no es una constante y su regulación puede obedecer a necesidades específicas, como el deseo de priorizar otras áreas personales, enfrentar procesos de abstinencia por decisión propia o situaciones de salud que lo requieran. Aunque el impulso sexual suele asociarse con algo positivo, tenerlo bajo control también es una meta válida y saludable para muchas personas.

Según el Dr. Juan Pablo Burgués, urólogo y andrólogo del Hospital Quirónsalud Palmaplanas, el deseo sexual depende en gran medida de los niveles de testosterona, pero también de factores hormonales, psicológicos y contextuales.

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Mientras algunas personas buscan aumentar su apetito sexual, otras se preguntan cómo pueden reducirlo o manejarlo (Pexels)

En su blog profesional, el especialista explica que la líbido baja puede estar relacionada con alteraciones hormonales —como el déficit de testosterona—, tratamientos médicos o trastornos psicológicos, así como por situaciones externas como el estrés, el cansancio y las dificultades de pareja.

“El cansancio, el estrés laboral y los problemas en la pareja son causas importantes de falta de líbido en la población masculina”, resalta Burgués al citar un estudio internacional publicado en el Journal of Sexual Medicine.

El estudio, liderado por la Dra. Ana Alexandra Carvalheira y realizado sobre 5.255 varones en colaboración con universidades de Portugal, Noruega y Croacia, identifica que el grupo de entre 30 y 40 años es el más afectado por la disminución del apetito sexual, principalmente por la combinación de altos niveles de estrés laboral, responsabilidades familiares y situaciones emocionales complejas.

Más allá de la edad, los resultados muestran que el deseo sexual puede fluctuar ampliamente por motivos personales y ambientales, desmintiendo la idea generalizada de que la falta o el exceso de líbido se limita a hombres o mujeres mayores.

¿Qué recomienda la ciencia y
¿Qué recomienda la ciencia y cómo influyen factores poco conocidos en la líbido? (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Qué recomienda la ciencia y cómo influyen factores poco conocidos en la líbido?

Los expertos en salud sexual subrayan que el deseo sexual no es estático. Según el blog del Dr. Burgués, la variabilidad en la líbido es normal y esperada, y manejarla adecuadamente contribuye a evitar sentimientos de culpa o vergüenza vinculados a los ciclos naturales del deseo. La evidencia apunta a que, en ocasiones, lo que incrementa la líbido podría estar pasando desapercibido en la rutina diaria.

Existen al menos tres factores avalados por la literatura médica que pueden elevar el deseo sexual sin que muchas personas lo adviertan:

  1. Gestión del estrés y descanso adecuado: El exceso de estrés y la falta de sueño impactan negativamente la producción hormonal, disminuyendo la testosterona y, por tanto, la líbido. Estudios como el liderado por Carvalheira advierten que el cansancio acumulado puede inhibir el apetito sexual, pero también que una gestión eficiente del estrés y un descanso reparador pueden restablecer el equilibrio y, en algunos casos, incrementar inesperadamente el deseo sexual.
  2. Interacciones emocionales y calidad de la relación de pareja: Situaciones emocionales positivas, una relación estable y comunicación efectiva pueden potenciar el deseo. Según el Dr. Burgués, las dificultades en la pareja y la falta de entendimiento suelen reducir el apetito, mientras que la sintonía afectiva lo eleva. La clave radica en reconocer que una mejora en la calidad de la relación puede generar un incremento en la líbido incluso en quienes buscan evitarlo.
  3. Cambios hormonales y médicos inadvertidos: Los desequilibrios en la tiroides, aumentos en la prolactina o tratamientos médicos específicos pueden alterar el deseo sexual. A veces, una mejora inadvertida en el estado hormonal —por cambio de medicación, tratamiento o recuperación de una enfermedad— puede llevar a un aumento de la líbido, según explica el Dr. Burgués.
¿Qué recomienda la ciencia y
¿Qué recomienda la ciencia y cómo influyen factores poco conocidos en la líbido? (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si una persona siente que su deseo sexual interfiere con sus objetivos o calma, los especialistas aconsejan consultar primero con un médico para descartar causas hormonales o físicas. Posteriormente, recurrir a apoyo psicológico puede ser útil para abordar factores emocionales o de contexto.

El deseo sexual excesivo, conocido como hipersexualidad o conducta sexual compulsiva, afecta a cerca del 6% de la población, de acuerdo con los últimos estudios clínicos revisados en medios médicos. Los expertos insisten en que la variabilidad de la líbido es completamente natural, y que solo genera problemas cuando escapa del control consciente, interrumpe el curso habitual de la vida o produce malestar emocional.

Priorizar el descanso, fortalecer la comunicación en la pareja y mantener chequeos médicos periódicos son estrategias recomendadas por el Dr. Burgués para gestionar tanto el aumento como la disminución del deseo sexual. Cuando la líbido incrementa sin motivo aparente o va más allá de lo deseado, es válido solicitar asesoría profesional para restaurar el equilibrio y lograr una vida sexual en armonía con los propios objetivos y valores.