
La pregunta sobre qué zona de la casa debes limpiar con sal de acuerdo al Feng Shui encuentra una respuesta clara: la entrada principal.
El agua mezclada con sal marina, cuando se coloca en pequeños recipientes en rincones donde la energía parece estancada, puede volverse turbia, cambiar de color o desprender un olor desagradable.
Según el Feng Shui, estos cambios indican que la limpieza energética ha sido efectiva y que el ambiente ha sido purificado de vibraciones negativas.
Este método, que combina la tradición milenaria con la observación práctica, se ha consolidado como una de las estrategias más recomendadas para quienes buscan renovar la atmósfera de su hogar.
Este espacio, considerado el punto de acceso de la energía al hogar, es fundamental para mantener el equilibrio y la armonía en el ambiente doméstico.

La sal, en su forma más natural y sin aditivos, se utiliza como un purificador capaz de absorber las energías negativas que pueden ingresar desde el exterior.
El procedimiento recomendado por el Feng Shui es sencillo pero requiere atención a los detalles. Se debe esparcir sal gruesa en el suelo de la entrada o sobre una alfombra, permitiendo que actúe durante varias horas.
Durante este tiempo, la sal absorbe las vibraciones no deseadas, funcionando como un filtro energético. Una vez transcurrido el periodo, es fundamental retirar la sal mediante barrido o aspirado y desecharla fuera de la vivienda.
Este ritual puede repetirse cada mes o cuando se perciba que el ambiente está cargado, lo que contribuye a mantener un flujo constante de energía positiva.
Además de la entrada principal, el Feng Shui sugiere colocar recipientes con sal en otras áreas donde la energía tiende a estancarse.

Los baños, las esquinas de los ambientes principales y el espacio debajo de la cama son puntos estratégicos para reforzar la limpieza energética.
En estos lugares, la sal actúa como un imán que atrae y neutraliza las vibraciones densas, especialmente en situaciones de insomnio o malestar persistente.
La efectividad de este método radica en la capacidad de la sal para absorber y transformar la energía del entorno.
El Feng Shui sostiene que mantener la entrada principal libre de cargas negativas no solo protege el hogar, sino que también favorece la circulación de energía positiva, impactando en el bienestar de quienes lo habitan.
La simplicidad de este recurso, junto con su profundo simbolismo, lo convierte en una herramienta accesible y poderosa para quienes buscan armonizar su espacio vital.


