
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se refirió a las recientes acusaciones del Departamento de Estado de los Estados Unidos, las cuales señalan que dos empresarios mexicanos habrían dado sobornos a personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) “para manipular el proceso de licitación y obtener millones de dólares en lucrativos contratos y otras ventajas”, comentó el fiscal general adjunto interino, Matthew R. Galeotti.
Al respecto, Sheinbaum Pardo dijo que sus primeras acciones ante tales señalamientos será pedir información a la paraestatal para conocer dos puntos importantes: si hubo contratos con los presuntos implicados y, de igual forma, si existen indicios de corrupción en sus acciones:
“Se tiene que hacer la investigación por parte de la Fiscalía (General de la República). Tanto pedir la información porque es un caso en Estados Unidos como pedir la información a Pemex (...). Estos dos empresarios tienen residencia en los Estados Unidos: uno está detenido y el otro está prófugo (...)”, explicó desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Sobre esa línea, la presidenta mexicana confirmó que uno de ellos, Mario Alberto Ávila Lizárraga, fue una influyente figura dentro del Partido Acción Nacional (PAN):
“Vale la pena hablar del empresario prófugo (Mario Alberto Ávila Lizárraga) porque es militante del PAN para empezar. Fue candidato al gobierno de Campeche por el PAN, trabajó en Pemex, fue acusado en su momento también por otros casos de corrupción. Y esta persona es la que hoy está prófuga y está buscada por el gobierno de los Estados Unidos”, aclaró.
Los ilícitos en la filial de exploración y producción de petróleos mexicanos: un recuento del caso
El 11 de agosto de 2025 quedaron formalmente acusados en una corte del Distrito Sur de Texas los dos empresarios mexicanos: Ramón Alexandro Rovirosa Martínez (46 años) y Mario Alberto Ávila Lizárraga (61 años), quienes residen en Texas y cuentan con estatus de residentes permanentes en la Unión Americana.

De acuerdo con la fiscalía estadounidense, entre 2019 y 2021, ambos presuntamente entregaron sobornos —en efectivo y artículos de lujo como relojes Hublot y bolsas Louis Vuitton— a por lo menos tres funcionarios de Pemex y su filial de Exploración y Producción (PEP).
Estos pagos, estimados en al menos 150 mil dólares, habrían facilitado la obtención y retención de contratos millonarios para empresas vinculadas a Rovirosa por un valor superior a los 2.5 millones de dólares.
Rovirosa ya fue arrestado y presentado ante el juez; Ávila, en cambio, sigue prófugo, y existe una orden de detención en su contra. Ambos enfrentan cargos bajo la Foreign Corrupt Practices Act (FCPA en inglés): uno por conspiración y tres violaciones sustantivas. De ser condenados, podrían recibir hasta cinco años de prisión por cargo.

La investigación involucra al Buró Federal de Investigaciones (FBI en inglés), al Departamento de Seguridad Interior y a la Oficina del Inspector General del FDIC. Esto igualmente con apoyo del Departamento de Justicia.