Plantas que jamás deberías tener en casa porque alejan la abundancia, según expertos

El Feng Shui y el Vastu influyen en la selección de plantas ornamentales para promover la prosperidad y el bienestar

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La tradición hindú del Vastu
La tradición hindú del Vastu considera al bonsái un símbolo de estancamiento y energía desfavorable en el hogar. (Photo courtesy of the U.S. National Arboretum)

La creencia de que ciertas especies vegetales pueden influir en la fortuna de un hogar ha persistido durante siglos en diversas culturas.

Un dato poco conocido es que, según la tradición hindú del Vastu, el bonsái simboliza un árbol enfermo y su presencia en interiores se asocia con estancamiento y energía desfavorable.

Esta perspectiva, compartida por corrientes como el Feng Shui, ha llevado a que numerosas personas reconsideren la ubicación de sus plantas ornamentales, convencidas de que algunas especies podrían obstaculizar la prosperidad y el bienestar en sus espacios.

La práctica del Feng Shui, originaria de China, sostiene que el orden y la disposición de los elementos en el hogar afectan el flujo de energía vital, o “chi”.

Dentro de este marco, varias plantas han sido catalogadas como portadoras de mala suerte o generadoras de desequilibrio energético.

El Feng Shui cataloga a
El Feng Shui cataloga a las hortensias como portadoras de soledad y fracaso, recomendando su ubicación en exteriores. (Pixabay)

Aunque la ciencia no respalda la existencia de especies capaces de atraer infortunio, la influencia de estas creencias se mantiene vigente y condiciona la selección de vegetación en muchos hogares.

Entre las especies señaladas por el Feng Shui como desfavorables, las hortensias ocupan un lugar destacado. Se les atribuye la capacidad de simbolizar soledad y fracaso, por lo que se recomienda ubicarlas en exteriores para evitar que impregnen el ambiente doméstico con estas asociaciones negativas.

Los geranios, a pesar de su popularidad por su colorido, también figuran en la lista de plantas que, según esta tradición, absorben la energía positiva del entorno. Por ello, se sugiere destinarlos a terrazas o jardines, donde su presencia se percibe como menos perjudicial.

Las enredaderas representan otro caso paradigmático. Su crecimiento descendente se interpreta como una disminución de la energía vital, lo que ha motivado la recomendación de mantenerlas fuera de los espacios habitables.

De igual modo, la amapola ha sido históricamente vinculada con la desgracia y la mala fortuna, tanto por su tendencia a marchitarse rápidamente como por su uso tradicional como sedante, lo que ha contribuido a su reputación negativa.

El muérdago presenta una dualidad:
El muérdago presenta una dualidad: buena suerte en algunos contextos y toxicidad o muerte en culturas nórdicas. (National Geographic)

El muérdago presenta una dualidad interesante: mientras en algunos contextos se asocia con la buena suerte, en ciertas culturas nórdicas se le relaciona con la muerte y la toxicidad, lo que ha generado advertencias sobre su presencia en interiores.

El poto, otra especie común, es considerado por el Feng Shui como un absorbente de energías; se desaconseja tener más de tres ejemplares dentro de casa, ya que podría provocar un desequilibrio energético.

La lengua de suegra, reconocida por su capacidad para purificar el aire, también ha sido objeto de controversia. Sus hojas puntiagudas se asocian con la generación de rechazo y mala vibra, por lo que se aconseja situarla cerca de entradas o ventanas.

Los claveles, habituales en la decoración de interiores, figuran entre las plantas que, según esta corriente, absorben energía positiva y liberan energía negativa, motivo por el cual se prefiere su ubicación en exteriores.

El cactus y la lengua
El cactus y la lengua de suegra son señalados por el Feng Shui como generadores de discordia y mala vibra en interiores. (Adobe Stock)

Finalmente, el cactus es señalado como portador de discordia y ansiedad debido a sus espinas, que según el Feng Shui siembran desgracias en el hogar. Se recomienda reservarlo para jardines exteriores, donde su impacto se considera menos nocivo.