
La proteína es un nutriente esencial para quienes practican ejercicio en el gimnasio, especialmente en actividades como el entrenamiento de fuerza y la musculación.
Su función principal es reparar y construir tejidos, incluidos los músculos, que se someten a microdesgarros durante el ejercicio intenso. Consumir suficiente proteína favorece la síntesis muscular y contribuye a la recuperación posterior al entrenamiento.
Las necesidades de proteína varían según el tipo de actividad, el peso, el sexo y los objetivos personales. Para personas activas que entrenan en el gimnasio, suelen recomendarse entre 1,2 y 2 gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal al día.
Esta cantidad puede cubrirse mediante alimentos como carne, pescado, huevos, lácteos, legumbres, frutos secos o suplementos de proteína en polvo, como suero de leche o proteína vegetal.
Una forma de usar la proteína en polvo es con una receta de licuado. Aquí te enseñamos a preparar un licuado de proteína con plátano y chocolate amargo.
Licuado de proteína con plátano y chocolate amargo: receta y beneficios de cada ingrediente
Licuado de proteína con plátano y chocolate amargo

Un licuado que combina proteína en polvo, plátano y chocolate amargo es una opción popular entre quienes buscan fortalecer la masa muscular y mejorar la recuperación después del ejercicio. Esta bebida aporta macronutrientes esenciales y un perfil nutricional equilibrado.
Ingredientes:
- 1 medida de proteína en polvo (suero de leche o vegetal)
- 1 plátano maduro
- 1 cucharada de cacao amargo o trozos de chocolate amargo (mínimo 70%)
- 200-250 ml de leche o bebida vegetal
- Hielo al gusto (opcional)
Preparación:
1. Coloca todos los ingredientes en una licuadora.
2. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea.
3. Sirve de inmediato.
Beneficios de cada ingrediente:

Proteína en polvo:
Aporta aminoácidos esenciales necesarios para la reparación y síntesis muscular. Su absorción rápida favorece la recuperación luego del ejercicio y ayuda a la construcción de masa muscular.
Plátano:
Es una fuente de carbohidratos de rápida disponibilidad, lo que ayuda a reponer el glucógeno muscular gastado durante el entrenamiento. Además, proporciona potasio y magnesio, minerales clave para la función muscular y la prevención de calambres.
Chocolate amargo o cacao:
El cacao amargo contiene antioxidantes como los flavonoides, que pueden reducir el estrés oxidativo provocado por el ejercicio físico exigente. Además, aporta minerales como hierro y magnesio y su sabor intenso incrementa el atractivo de la bebida sin añadir azúcares refinados.
Leche o bebida vegetal:
Aporta líquidos para una correcta hidratación y, en el caso de la leche, añade proteínas y calcio beneficiosos para la salud ósea. Las bebidas vegetales pueden ser una alternativa para quienes evitan los lácteos, aunque el aporte proteico varía según el tipo.
Este licuado resulta útil para consumir después de la rutina o como un desayuno equilibrado.