
Veintitrés vehículos con blindaje artesanal, conocidos como “monstruos”, quedaron reducidos a chatarra en Reynosa, Tamaulipas, tras un operativo coordinado por la Fiscalía General de la República.
La destrucción de estos automóviles, que según las autoridades estaban vinculados a actividades de grupos delictivos, representa un golpe visible a la infraestructura criminal en la región.
La noticia, confirmada por la Fiscalía General de la República (FGR) en un comunicado oficial, detalla que la acción se enmarca en el programa Destino de Bienes y Objetos del Delito.

Operativo conjunto elimina flota de autos blindados usados en actividades ilícitas
El proceso de destrucción no solo implicó la eliminación física de los vehículos, sino que también requirió una estricta supervisión institucional. El Ministerio Público Federal encabezó la identificación de cada unidad y supervisó las diligencias necesarias para garantizar la legalidad del procedimiento.
Además, peritos oficiales y personal del Órgano Interno de Control (OIC) de la FGR participaron activamente para asegurar que cada paso cumpliera con la normativa vigente.
La operación, según la FGR, fue posible gracias a la colaboración entre distintas instancias del Gabinete de Seguridad del Gobierno de México. La Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Estatal desempeñaron un papel central en el aseguramiento y puesta a disposición de los vehículos, que habían sido incautados en diferentes acciones dentro del estado de Tamaulipas.
La FGR subrayó que estos automóviles estaban relacionados con expedientes abiertos y que su destrucción responde a la estrategia nacional para debilitar la capacidad operativa de los grupos criminales.

El evento, realizado el 27 de julio de 2025, contó con la presencia de representantes de todas las instituciones involucradas, quienes verificaron que el procedimiento se ajustara a los estándares legales y técnicos requeridos.
La coordinación entre las fuerzas federales y estatales permitió que los vehículos, conocidos popularmente como “monstruos” por su blindaje improvisado y su uso en enfrentamientos armados, fueran retirados definitivamente de circulación.
La destrucción de estos 23 vehículos constituye una medida concreta dentro de los esfuerzos del Estado mexicano para combatir la delincuencia organizada y reducir los recursos materiales a disposición de estos grupos.