
Un momento inesperado y lleno de humor se vivió en La Casa de los Famosos México 3, cuando los hombres aceptaron el reto de usar tacones y desfilar con coreografías para las mujeres. La dinámica, que surgió de manera improvisada, se volvió uno de los momentos más divertidos del programa.
Todo comenzó cuando las mujeres lanzaron una propuesta: “¡Aviéntense un solo para mujeres con coreografías!”.
De inmediato, Aldo de Nigris se puso unos tacones y se animó a dar algunos pasos. Luego, Aaron Mercury eligió una canción de Ninel Conde para su show personal y comenzó a bailar con estilo, sin miedo al ridículo.
Abelito provocó carcajadas entre los participantes de La casa de los Famosos México 3
Sin embargo, quien más hizo reír fue Abelito. Se puso unos tacones rojos y trató de caminar, pero casi se cae. Alguien alcanzó a sostenerlo antes de que tocara el suelo.
Él se lo tomó con humor y soltó una frase que causó carcajadas entre todos: “Parezco Calamardo”.
El ambiente se llenó de risas. “¡Qué perra, qué perra!”, gritaban algunos, mientras los hombres continuaban con pasos femeninos, entre bromas y aplausos.
La escena, más allá de lo graciosa, mostró un lado ligero y relajado del encierro. Nadie se tomó demasiado en serio y todos disfrutaron del momento. Sin maquillaje, sin vestuario especial, solo tacones, música y muchas ganas de divertirse.
Abelito se robó la atención, no por bailar bien, sino por su actitud. Se divirtió de sí mismo, participó sin pena y dejó claro que también se vale pasarla bien en medio del juego.
En una casa donde las discusiones y estrategias suelen ocupar el centro, este tipo de momentos dan un respiro. Un recordatorio de que, a veces, lo más simple puede ser lo más recordado.

Abelito fue el habitante sorpresa de la temporada
Desde su ingreso sorpresa como el habitante número 15 —emergiendo desde una bola de disco al puro estilo de fiesta—, Abelito ha sabido conectar con la audiencia. Su entrada fue distinta a la de los demás y desde ese instante dejó claro que venía a romper la rutina dentro de la casa.
A pesar de su llegada tardía, se ha integrado con naturalidad. Su sentido del humor, su forma de expresarse y su disposición a participar en todo lo han convertido en uno de los más queridos. No necesita gritar para hacerse notar; basta con que sea él mismo.
El cariño del público no se ha hecho esperar. En redes, muchos celebran su espontaneidad, sus frases ocurrentes y, sobre todo, su capacidad para reírse de sí mismo. Con momentos como este, Abelito sigue demostrando que no se trata de entrar primero, sino de quedarse en la memoria de todos.
