
Los suplementos de creatina son productos diseñados para aumentar la cantidad de creatina disponible en el cuerpo, principalmente en los músculos.
Generalmente se presentan en forma de polvo, cápsulas o tabletas y su ingrediente más común es la creatina monohidrato, aunque existen otras formas como el citrato o etil éster.
Estos suplementos se consumen para mejorar el rendimiento físico en ejercicios de alta intensidad y corta duración, como levantamiento de pesas, sprints o deportes de potencia.
También se utilizan para favorecer el aumento de masa muscular y acelerar la recuperación tras el ejercicio.
Los suplementos de creatina se emplean sobre todo en el ámbito deportivo y recreacional, aunque también se investigan en contextos clínicos para tratar o prevenir enfermedades relacionadas con la pérdida muscular.
Su uso debe realizarse bajo recomendaciones de profesionales de la salud o la nutrición para prevenir efectos adversos causados por un mal consumo. Es sobre este tema y cómo prevenir daños a la salud, te contamos a continuación.

Cuáles son los efectos adversos que puede tener el consumo de suplementos de creatina
El consumo de suplementos de creatina, aunque considerado seguro para la mayoría de las personas en dosis recomendadas, puede generar algunos efectos adversos, entre los que se encuentran los siguientes:
- Retención de líquidos: es común un aumento en el peso corporal por acumulación de agua en los músculos.
- Malestares digestivos: pueden aparecer molestias como dolor abdominal, náuseas, diarrea o cólicos, especialmente con dosis elevadas.
- Calambres musculares: algunas personas reportan calambres o molestias musculares.
- Alteración en la función renal: el uso a largo plazo o en personas con antecedentes de problemas renales puede afectar la función de los riñones, por lo que se aconseja precaución y supervisión médica en estos casos.
- Desequilibrios electrolíticos: la retención de líquidos podría alterar el equilibrio de sales en el organismo si no se mantiene una correcta hidratación.
- Posible aumento de síntomas en personas propensas a lesiones musculares o deshidratación.

Cómo consumir creatina de manera saludable para prevenir sus efectos adversos
Para consumir creatina de manera saludable y reducir el riesgo de efectos adversos, se recomienda:
- Utilizar la dosis adecuada: generalmente 3 a 5 gramos al día son suficientes para la mayoría de las personas adultas.
- Elegir creatina monohidrato: es la forma más estudiada y con mejor perfil de seguridad.
- Disolver completamente la creatina en agua o bebidas sin cafeína antes de ingerirla.
- Mantener una hidratación adecuada: beber suficiente agua durante el día para prevenir retención excesiva de líquidos y facilitar el trabajo renal.
- No exceder las dosis recomendadas ni prolongar el consumo sin supervisión médica.
- Realizar descansos periódicos: algunos especialistas sugieren hacer pausas en la suplementación tras varias semanas de uso.
- Consultar a un profesional de la salud: especialmente en personas con antecedentes de enfermedad renal, menores de edad, embarazadas o en lactancia.
- Realizar controles médicos si la suplementación será prolongada o si existen factores de riesgo.
Seguir estas pautas ayuda a aprovechar los beneficios de la creatina y disminuir la probabilidad de efectos no deseados.