
El café es una de las bebidas más consumidas y estudiadas en el mundo. Diversas investigaciones señalan que el consumo moderado puede aportar beneficios para la salud.
La cafeína estimula el sistema nervioso central y mejora la concentración, la memoria y la capacidad de reacción. Además, el café contiene antioxidantes como los polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres en el organismo.
Pero no todo es positivo. El café, sobre todo en exceso, puede ocasionar algunos efectos secundarios en el organismo. Aquí te contamos.
Lo no tan bueno del café

Uno de los efectos secundarios más frecuentes del café es la ansiedad. La cafeína, presente en concentraciones variables según el tipo de café y su preparación, estimula el sistema nervioso central. E puede producir un aumento en la sensación de nerviosismo.
En cuanto al sueño, la cafeína puede alterar el ciclo natural de descanso. El consumo de café en horas cercanas a la noche dificulta el inicio del sueño y puede disminuir la calidad del mismo. El insomnio es un efecto ampliamente reportado, especialmente en quienes consumen dosis elevadas o presentan cierta sensibilidad a la sustancia.
La relación entre café y trastornos gástricos es otro de los temas destacados. El café estimula la producción de ácido en el estómago, lo que puede derivar en acidez o malestares similares en personas susceptibles.
En el sistema cardiovascular, la cafeína puede provocar un ligero incremento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Estos cambios suelen ser transitorios y, en la mayoría de los casos, no representan un riesgo grave para la salud de individuos sanos. Sin embargo, personas con antecedentes de hipertensión o determinadas afecciones cardíacas deben consultar antes de consumir cantidades significativas de café. El síntoma conocido como “palpitaciones” también puede manifestarse en quienes son especialmente sensibles a los efectos estimulantes de la cafeína.

Otro efecto secundario asociado es la dependencia. El consumo regular de café puede llevar al desarrollo de tolerancia, lo que significa que son necesarias cantidades mayores para obtener el mismo nivel de estimulación.
En algunas personas, el café puede producir temblores leves, sobre todo si se toman varias tazas en poco tiempo, y aumentar la urgencia urinaria debido a su suave efecto diurético. El consumo excesivo puede causar molestias digestivas e incluso complicar la absorción de ciertos minerales, como el hierro, si se consume junto con las comidas.
Cada organismo responde de modo distinto al café; la clave está en identificar la tolerancia individual y ajustar el consumo para minimizar estos efectos secundarios.