
El gobierno de los Estados Unidos ha señalado en diversas ocasiones que los cárteles mexicanos mantienen un “tremendo control” en políticos y en varias zonas de la vida pública de México, manteniendo una presión en temas de seguridad para que el Ejecutivo federal implemente medidas en contra del narcotráfico.
“Los cárteles, que tienen mucho qué decir sobre México (…) Ellos tiene controles muy fuertes sobre México y tenemos que hacer algo al respecto.No podemos permitir que eso suceda. Las autoridades mexicanas se presentan en sus oficinas aterrorizados de ir a trabajar porque los cárteles tienen un control tremendo sobre México, los políticos y la gente electa”, dijo Donald Trump, presidente de los EEUU, en conferencia de prensa el miércoles 16 de julio en la Casa Blanca.
El Dr. Ghaleb Krame Hilal, experto en seguridad, inteligencia y crimen organizado, opinó en entrevista con Infobae México que el gobierno federal se encuentra ante una creciente presión diplomática con la administración de Trump, aunque también ve la posible transición de presiones diplomáticas a acciones más contundentes por parte de Estados Unidos, destacando la fragilidad interna del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

“Cualquier movimiento en falso puede destapar toda una bola de nieve que ya va a ser imparable”, dijo.
Según su análisis, la situación actual se caracteriza por una serie de frentes abiertos: desde la extradición y declaraciones de figuras como Ovidio Guzmán y el “Mayo” Zambada, hasta la presión sobre gobernadores y funcionarios de alto nivel.
“Se le está pegando a México por muchos frentes”, afirmó, aludiendo tanto a sanciones económicas —como las restricciones a vuelos de carga— como a la amenaza de acciones más directas.
El también profesor e investigador explicó que la presión estadounidense ha transitado del “poder suave” —dimes y diretes diplomáticos, sanciones económicas, restricciones comerciales y agrícolas— hacia la posibilidad de un “poder duro”.
“La transición del poder blando al poder duro ya ha mostrado señales”, indicó, citando el despliegue de destructores estadounidenses en el Pacífico y el Atlántico, el agrupamiento de tropas en la frontera y la presencia de vehículos artillados cerca de la línea divisoria.
“Ese puente que se empieza a construir entre el poder suave y el poder duro” podría derivar en acciones como la captura de un gobernador o ataques directos a objetivos del narcotráfico, advirtió.
Sobre la situación interna de Morena, el experto observó “un resquebrajamiento fuerte dentro del grupo morenista”, con figuras políticas “jugando de dos a tres bandos”.
Al abordar la posibilidad de una acción “grande” contra el gobierno mexicano por parte de los EEUU, el analista planteó que la amenaza estadounidense no se dirige a México como país, sino “al status quo del régimen de Morena”.
“La amenaza no es a México, la amenaza es hacia Morena como partido y como movimiento ideológico”, afirmó, vinculando la presión con la postura de Morena frente a la hegemonía estadounidense y su cercanía con gobiernos de izquierda en la región.
Krame consideró que la entrega de un gobernador por parte de la Presidenta implicaría el derrumbe de los pilares del movimiento, aunque consideró que todavía “no existe una evidencia tan clara, tan fuerte, tan contundente, que nadie puede decir nada”, explicó, sugiriendo que la falta de pruebas irrefutables ha frenado acciones más drásticas del gobierno de los EEUU.

En la conversación se abordó la propuesta de catalogar a Morena como organización terrorista en Estados Unidos, misma que ha sido impulsada por Eduardo Verástegui, por lo que el experto consideró que “jurídicamente hablando es totalmente posible” y que sería “bastante factible” por simplificación administrativa y jurídica.
“En lugar de llevar casos individuales uno por uno, se toma a este grupo y entonces va a ser mucho más sencillo hacer las acusaciones”, argumentó, comparando el caso con la designación de Hezbolá como grupo terrorista.
Sobre el impacto en la relación bilateral de ser efectuada esta acción, Ghaleb Krame Hilal sostuvo que Estados Unidos ya ha calculado los escenarios posibles, utilizando herramientas como la teoría de juegos (rama de las matemáticas y la economía que estudia las interacciones estratégicas entre individuos o entidades, donde las decisiones de cada uno afectan a los demás). Descartó la posibilidad de una invasión militar, pero advirtió que “tampoco lo necesitan”.
A su juicio, las condiciones sociales en México permitirían que un cambio de régimen sea visto “con beneplácito por un gran sector de la población”, especialmente si la economía deja de sostener los programas sociales.