
El kiwi es una fruta que se ha ganado un lugar especial en la alimentación saludable por su alto contenido de vitamina C, fibra y antioxidantes. Su sabor ácido y refrescante la convierte en un ingrediente frecuente en desayunos, ensaladas y postres. Además de ser apreciado por su valor nutricional, el kiwi es recomendado para fortalecer el sistema inmunológico, favorecer la salud digestiva y aportar energía natural. No obstante, aunque suele considerarse seguro para la mayoría de las personas, existen escenarios en los que su consumo puede acarrear efectos secundarios, principalmente asociados a alergias o a posibles interacciones con ciertos medicamentos.
El creciente interés por incorporar frutas exóticas y variadas a la dieta diaria ha puesto en evidencia que incluso los alimentos más naturales pueden tener contraindicaciones y riesgos. Las alergias alimentarias se presentan con mayor frecuencia entre la población y el kiwi, por sus compuestos bioactivos, no está exento de provocar reacciones adversas. Además, su relación con ingredientes presentes en otros productos naturales y su contenido de potasio lo vuelven una fruta a consumir con precaución en casos específicos.
El consumo de grandes cantidades de kiwi o en personas susceptibles puede dar lugar a manifestaciones clínicas que van desde molestias leves hasta cuadros severos. Es fundamental identificar estos riesgos y aprender a reconocerlos tempranamente para evitar complicaciones que puedan afectar la calidad de vida.

Efectos secundarios del consumo de kiwi
Uno de los principales riesgos asociados al kiwi es la alergia. Las reacciones alérgicas incluyen picazón, hinchazón de labios, lengua o garganta, dificultades para respirar, urticaria, erupciones cutáneas e incluso asma. En los casos más graves, puede producirse anafilaxia, una reacción que requiere atención médica inmediata. Las personas con sensibilidad cruzada a otros alimentos, como el látex, el plátano o el aguacate, tienen un mayor riesgo de desarrollar alergias al kiwi. Según ICICI Lombard y Thermo Fisher Scientific, estos individuos deben ser especialmente precavidos.
Otro efecto secundario común son los problemas digestivos. El consumo elevado de kiwi puede originar dolor abdominal, vómitos, diarrea, náuseas o sensación de mareo. Si bien muchas personas pueden comer cantidades normales sin contraindicaciones, aquellas con sistemas digestivos sensibles pueden experimentar molestias incluso con porciones habituales.
El kiwi también puede interferir con ciertos medicamentos. Su ingesta junto a anticoagulantes podría aumentar el riesgo de hemorragias, ya que la fruta puede afectar el proceso de coagulación. Además, quienes toman betabloqueantes o padecen enfermedades renales deben tener cuidado, ya que el alto contenido de potasio del kiwi puede elevar sus niveles en sangre y causar complicaciones.
En casos poco frecuentes, el consumo excesivo de kiwi ha sido vinculado a episodios de pancreatitis aguda. Por lo tanto, es importante regular la cantidad ingerida y estar atentos a la aparición de síntomas inusuales tras su consumo.

¿Quiénes no deberían consumir kiwi y con qué frecuencia se recomienda?
No todas las personas están en condiciones de consumir kiwi sin restricciones. Los siguientes grupos deben evitarlo o moderar su consumo:
- Personas alérgicas al látex, plátano o aguacate, debido a la posibilidad de reacción cruzada.
- Individuos con antecedentes de alergia alimentaria o cuadros alérgicos previos.
- Pacientes en tratamiento con anticoagulantes o con problemas de coagulación.
- Personas con enfermedad renal o que toman medicamentos que permitan la acumulación de potasio en el organismo (como betabloqueantes).
- Aquellos que hayan presentado molestias digestivas tras comer kiwi o que sean propensos a la irritabilidad gástrica.
Se recomienda consumir kiwi de forma moderada, dentro de una dieta equilibrada y variada. No existen límites exactos, pero la cantidad debe adaptarse a la tolerancia de cada persona y a las indicaciones de su médico, especialmente en los grupos de riesgo.
Antes de someterse a una cirugía, es conveniente consultar con el médico sobre la conveniencia de evitar el consumo de kiwi para evitar posibles complicaciones relacionadas con la coagulación.

En caso de experimentar cualquier síntoma de alergia o molestia digestiva tras comer kiwi, se recomienda suspender su consumo y acudir a un profesional de la salud.