
La conductora y empresaria Montserrat Oliver sorprendió recientemente al compartir en entrevista con TVNotas que ha estado a punto de perder la vista en dos ocasiones distintas.
Aunque siempre se ha mostrado fuerte y optimista en público, estas experiencias la marcaron profundamente y dejaron secuelas permanentes.
Con una sinceridad poco habitual, Oliver habló sobre los problemas oculares que ha enfrentado, uno de los cuales ocurrió hace más de una década y le dejó daños irreversibles.
“Me ardió muchísimo esta parte del ojo”: el primer infarto ocular de Montserrat
La presentadora relató que su primer susto serio con la vista sucedió hace aproximadamente 15 años mientras hacía ejercicio en la Ciudad de México. Todo comenzó de forma repentina:
“Un día hacía ejercicio aquí en la Ciudad de México y de la nada sentí como si alguien me hubiera tomado una foto con flash. Me ardió muchísimo esta parte del ojo (señala el costado del ojo derecho)”.
Tras acudir al médico, recibió un diagnóstico impactante:

“Resulta que me dio un infarto en el nervio óptico central. Me nubló y perdí parte de la vista. Por ejemplo, si comienzo a maquillarme este ojo (señala el derecho), ya no veo lo que me maquillo. No hubo recuperación ni vuelta atrás. Veo borroso de un ojo. Solo un poquito. Tampoco es que sea completo”.
Aunque ha aprendido a vivir con la pérdida parcial de visión, la experiencia la dejó muy consciente de la fragilidad de la salud visual.
“Traigo algo en el ojo y no me lo veo”: su segundo accidente casi le cuesta la vista
El segundo incidente ocurrió recientemente, mientras Montserrat realizaba tareas en su rancho. Lo que parecía una situación menor, escaló rápidamente:
“Recuerdo que era sábado. Me puse a cortar el pasto en el ranchito y me entró algo al ojo. No sabía qué hacer. Pensé: ‘¿Qué hago? Traigo algo en el ojo y no me lo veo’. No había oftalmólogos disponibles, porque todo estaba cerrado”.
La conductora tuvo que acudir a emergencias, donde enfrentó otro obstáculo:
“Lamentablemente no tenían la maquinaria adecuada para atenderme. Los especialistas me dijeron que me lo rasgué por una basura que me entró. Gracias a Dios, me lo curaron y todo está bien”.
A raíz de estos episodios, Oliver lanzó una poderosa reflexión:
“Literalmente, en un abrir y cerrar de ojos podrías perder la vista”.
Estas vivencias han hecho que Montserrat valore aún más su salud y advierta a otros sobre la importancia de protegerse adecuadamente, incluso en las actividades más cotidianas.


