
A sus 16 años, Cristóbal Salinas Medina, hijo del empresario Ricardo Salinas Pliego y de María Laura Medina, decidió iniciar su propio camino en el mundo de los negocios.
Lo hizo con una idea sencilla pero bien pensada: abrir un pequeño local de comida llamado Munchify, donde ofrece crepas, smoothies y sándwiches.
El primer punto de venta está ubicado dentro de las instalaciones de TV Azteca Ajusco, éste se trata de la segunda sucursal del negocio. Aunque aún es muy joven, Cristóbal se ha tomado en serio el proyecto y trabaja junto a dos amigos, Mauricio y Javier, quienes son sus socios en este negocio.
Así se anunciaron los detalles del emprendimiento
Fue su madre, María Laura Medina, quien compartió en redes sociales algunos detalles del emprendimiento, dejando claro el orgullo que siente por su hijo y agregó que su producto favorito del menú es el sándwich de jamón serrano.
“Estoy muy orgullosa de verlo crecer y emprender. Las crepas, los munchies, los smoothies y los sándwiches están brutales, Si andan por Azteca, dense una vuelta, no se van a arrepentir”, compartió en su cuenta de Instagram.

Además de apoyar a su hijo como mamá, María Laura también le ha dado algunos consejos para mejorar el local como por ejemplo que tenga mejor iluminación y cuidar la atención al cliente, aspectos que considera claves para que el negocio crezca.
Cristóbal agradeció a la mamá de los tres socios por el apoyo y la guía que han recibido en todo momento para llevar a cabo este emprendimiento que ya está abierto en el área de comida de la empresa, al sur de la Ciudad de México.

Cristóbal Salinas busca crecer en sus negocios
Cristóbal no solo está enfocado en vender comida. En marzo participó en una conferencia junto a líderes de Grupo Salinas, donde habló de ideas y proyectos con empresarios y colaboradores de la empresa familiar.
Esto muestra que, además de emprender, también busca aprender y crecer en otros espacios, de acuerdo lo que ha expresado el joven quien no ocultó su emoción por esta nueva etapa de su vida.
Estudia en el Colegio Humanitree, fundado por sus padres, un lugar que combina la formación académica con herramientas que ayudan a los alumnos a pensar por sí mismos y a trabajar en proyectos reales desde jóvenes. Su mamá lo describe como “inquieto, ocurrente y con una gran visión”.