
La infraestructura que abastece de agua potable a más de 200 mil personas e industrias estratégicas en Lázaro Cárdenas está en riesgo de colapso. Autoridades locales alertaron que los primeros deslaves provocados por lluvias recientes han debilitado de nuevo la zona de protección del acueducto DIM, poniendo en riesgo el suministro hídrico del municipio.
El presidente municipal, Manuel Esquivel Bejarano, lanzó un llamado urgente a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que intervenga antes de que ocurra una emergencia mayor. Durante un recorrido de supervisión por la tenencia de Las Guacamayas, el edil advirtió que, de no actuar a tiempo, todo el municipio, su cabecera y su zona industrial podrían quedarse sin agua potable.
“Estamos preocupados porque apenas ha llovido y ya se está deslavando el cerro que protege ese acueducto. Si colapsa, no solo se quedaría sin agua el puerto, sino también las industrias del municipio. Sería un caos”, advirtió Esquivel.
Evidencias del deterioro
El recorrido fue acompañado por representantes del Ejército Mexicano, Secretaría de Marina (Semar), Seguridad Pública Municipal, Protección Civil y autoridades estatales, quienes constataron que la estructura creada el año pasado para reforzar el ducto ya muestra daños.

Según explicó el alcalde, las lluvias han deteriorado el reforzamiento que se colocó tras la crisis de 2024, cuando el río Balsas creció peligrosamente debido a descargas de la presa La Villita, dejando al acueducto al descubierto.
La situación es aún más crítica si se considera que la temporada de lluvias apenas comienza, y no ha llegado aún ningún huracán a la zona.
“El año pasado se inició una obra que no se terminó. Apenas nos han pegado lluvias leves y ya hay riesgo de colapso. Imagínense si llega un ciclón”, advirtió Esquivel Bejarano.
Un riesgo para la ciudad y la industria
El acueducto DIM es una infraestructura vital que no solo abastece a los hogares del municipio, sino también a empresas portuarias, industrias de procesamiento y cadenas productivas de gran escala en esta región del Pacífico mexicano.

En caso de que el ducto colapsara, la crisis no sería solo doméstica, sino también económica, afectando a uno de los municipios clave para la logística y el comercio internacional del país.
“Esto no es solo por la cabecera municipal. Si se cae esa estructura, las empresas también se quedan sin agua. La planta la opera Conagua, y son ellos los responsables del servicio”, puntualizó el alcalde.
Finalmente, el edil recordó que el año pasado se vivió una situación similar y que, pese a los trabajos de emergencia, la solución fue parcial y sin seguimiento técnico adecuado.
“Hicieron una calle para contener el cerro, pero esa calle ya se está desmoronando. No podemos permitir que el error se repita. Ya lo advertimos, ahora falta que las autoridades respondan”, señaló Esquivel.

Hasta el momento, la Conagua no ha emitido un posicionamiento oficial ante la nueva alerta, sin embargo, el alcalde reiteró que ha solicitado de manera formal la atención inmediata al problema.
“Pedimos que nos volteen a ver antes de que esto se vuelva un desastre. Ya estuvimos aquí preocupados el año pasado. Hoy estamos igual o peor, y no podemos permitir otro colapso”, concluyó.