
Aunque el uso de drogas se remonta a la antigüedad en diferentes culturas y contextos, la historia del narcotráfico en México tiene raíces a principios del siglo XX, según lo que documentan expertos, pese a que no se puede precisar una fecha exacta debido a la falta de pruebas.
Sin embargo, Luis Astorga, doctor en sociología e investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y escritor de El siglo de las drogas, señala que el cultivo de drogas fue perseguido a partir de que se penalizó en Estados Unidos.
A pesar de ello, una familia de Dos aguas, un poblado del municipio de Aguililla, Michoacán, tomó la decisión de sembrar marihuana y amapola en la década de 1940, convirtiéndose así en precursora del narcotráfico en México, decisión que cambió el rumbo de la historia.
El Mencho y el origen del cártel más buscado

La familia Valencia fundó el Cártel del Milenio, el cual también era conocido como el “Cártel del aguacate” y esto se debe a que la familia se dedicaba a la producción de esa fruta en Michoacán, una región con todas las condiciones adecuadas para que el estado sea el principal productor y exportador de aguacate en México a nivel mundial.
Dicha organización criminal, fundada por Armando Valencia Cornelio, alias ‘el Maradona’, tuvo a Nemesio Oseguera Cervantes, ‘el Mencho’ como vigilante en los campos de aguacate para después colocarlo como operador en el tráfico de marihuana y amapola, pues en la década de 1990, la familia diversificó sus actividades y pasó del cultivo de marihuana a la producción de drogas sintéticas, el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y la siembra de amapola.
Posteriormente viajó a EE UU y traficó drogas junto a Abigael González Valencia, conocido como el “Cuini” o el “Cachetes”, líder de “los Cuinis”, para posteriormente regresar a México, trabajar como policía en los municipios de Cabo Corrientes y Tomatlán, en Jalisco, antes de reincorporarse al círculo cercano de los Valencia.
En este entorno, junto a Erik Valencia Salazar, comenzó a transformar el Cártel del Milenio, una organización que eventualmente daría paso al CJNG. Este logro se dio una vez que fortaleció sus vínculos con la familia Valencia, casándose con Rosalinda González Valencia, hermana de Abigael, lo que cimentó una alianza de sangre que sería crucial para su ascenso.

Posteriormente se convirtió en jefe de seguridad de ‘el Maradona’ y cuando el grupo delictivo sufrió una fuerte presión de parte de ‘los Zetas’ entre 2003 y 2004, se vieron a abandonar su base en Michoacán. Sin embargo, este desplazamiento no significó el fin de su influencia, pues se establecieron en estados como Jalisco, Nayarit, Colima y Guanajuato, donde formaron una célula de defensa compuesta por sicarios altamente entrenados.
Con el respaldo financiero de los González Valencia y una estructura de mando estricta, ‘el Mencho’ consolidó su poder al formar el grupo de los Matazetas en 2011. Este grupo, conocido por su brutalidad, logró replegar a Los Zetas en la región del Bajío y tomar el control del Golfo, utilizando estrategias similares a las de sus rivales, como una jerarquía bien definida y lealtades sólidas.
Además, se ha señalado que el CJNG ha recibido entrenamiento de fuerzas paramilitares de Colombia y otros países, lo que ha contribuido a su expansión por todo el territorio mexicano.
Sin embargo, según testimonios de Ramiro Pozos, alias ‘el Molca’, líder de La Resistencia, una escisión del Cártel del Milenio, los enfrentamientos entre el grupo de Nemesio Oseguera y Erik Valencia contra el Cártel del Milenio comenzaron el 10 de mayo de 2009. Un mes después, se anunció oficialmente la creación del Cártel de Jalisco Nueva Generación, marcando un punto de inflexión en el narcotráfico mexicano.
Los alcances y contactos del CJNG

De acuerdo con información publicada por InSight Crime, fundación dedicada al estudio y la investigación de amenazas para la seguridad en América Latina y el Caribe, desde su fundación, el CJNG se ha expandido con rapidez y actualmente está presente en la mayoría de los estados del país a excepción de Sinaloa y el Triángulo Dorado, un “epicentro de la producción de drogas a base de plantas donde confluyen los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa”.
Sin embargo, es importante aclarar que su control varía considerablemente, aunque es el actor criminal dominante en Jalisco, Nayarit y Colima, así como en el estado oriental de Veracruz y en la región central de Guanajuato, Puebla, Querétaro e Hidalgo.
Según la misma fuente, también es fuerte en zonas como la Riviera Maya, Tijuana, Ciudad Juárez, y Tierra Caliente, zona que contempla parte de Michoacán, Guerrero y el Estado de México.
La variación en el nivel de poder del grupo se debe a que enfrenta competencia por el control de economías criminales, principalmente el narcotráfico, contra sus rivales como el Cártel de Sinaloa, los Zetas, el Cártel de Santa Rosa de Lima, entre otros grupos delictivos.
A pesar de las complicaciones que puede enfrentar, su presencia tiene alcance internacional, tanto así que tiene contactos en Sudamérica, Estados Unidos, Canadá, Australia, China y el Sureste Asiático.
Además, sus conexiones exteriores más importantes se encuentran en Guatemala, específicamente con grupos de narcotraficantes como los Huistas, que le ayudan a controlar parte de la cadena de suministro del tráfico de cocaína y drogas sintéticas hacia México y Estados Unidos.
Todas estas razones fueron motivo para que el gobierno de Estados Unidos señalara a ‘el Mencho’ como el narcotraficante más buscado luego de que el ‘Chapo’ Guzmán fuera arrestado e incluso la DEA (Administración de Control de Drogas de EE UU) ofreció una recompensa de 15 millones de dólares. En la actualidad se desconoce el paradero del capo y algunas personas rumoran que falleció en 2023 pero dicha afirmación continúa siendo un misterio.