
Este árbol, cuya corteza suele ser la parte más utilizada, ha sido reconocido por sus propiedades medicinales, especialmente para aliviar afecciones estomacales como la gastritis, las úlceras e incluso como apoyo en tratamientos complementarios contra el cáncer de estómago.
Documentos como el Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana de la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM destacan que el cuachalalate ha sido empleado por diversas generaciones en diversas regiones del país, consolidando su lugar en la tradición curativa.
El cuachalalate, también conocido como chalalate, coachalalate o cuachalala, es un árbol endémico de México que ha sido un pilar en la medicina tradicional mexicana durante siglos.
Su hábitat se extiende por zonas cálidas, semicálidas y templadas, donde crece en bosques tropicales, matorrales y hasta en montañas, entre los 100 y los 3,000 metros sobre el nivel del mar.

Beneficios del cuachalalate para la salud gastrointestinal y contra el cáncer de estomago
La corteza del cuachalalate es conocida por su capacidad de aliviar y tratar problemas gastrointestinales. Según los usos documentados tradicionalmente, su cocimiento o su macerado acuoso funcionan eficazmente contra gastritis, úlceras pépticas y ciertas lesiones cutáneas. Se cree que su consumo regular como agua de uso puede reducir la irritación estomacal, ayudar en la regeneración de tejidos y promover una adecuada función digestiva.
De acuerdo con el Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana, una de sus propiedades más mencionadas es su capacidad como coadyuvante en el tratamiento del cáncer de estómago. Aunque no existe evidencia científica concluyente que respalde el uso del cuachalalate como una cura definitiva contra esta enfermedad, en diversas comunidades se afirma que puede ser de gran ayuda para disminuir la inflamación y aliviar los síntomas asociados a este tipo de cáncer.
Además, el cuachalalate presenta propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que podría explicar su eficacia en la protección de la mucosa gástrica. Su uso también ha sido reportado en el tratamiento de otras lesiones internas y en la cicatrización de úlceras, ofreciendo un alivio natural con mínimos efectos secundarios cuando se emplea adecuadamente.

¿Cómo consumir el cuachalalate para combatir gastritis, úlceras y cáncer de estómago?
El método más común para consumir el cuachalalate, según la tradición, es preparar un macerado acuoso de su corteza. Se sumerge un trozo de corteza limpia en agua potable y se deja reposar hasta que el líquido tome un color ligeramente ambarino.
Este macerado se utiliza como agua de uso y debe tomarse a lo largo del día, siguiendo las indicaciones que suelen pasarse de generación en generación.
La corteza también puede ser cocida en agua para preparar un té, el cual se consume tibio y en pequeñas cantidades para aliviar las molestias estomacales. Sin embargo, es importante señalar que el uso del cuachalalate como tratamiento potencial contra el cáncer, aunque documentado en tradiciones medicinales, no reemplaza los tratamientos oncológicos prescritos por médicos.
Precaución en su consumo
Es fundamental recordar que, aunque el cuachalalate es una planta con propiedades benéficas ampliamente respaldadas por la medicina tradicional, no es un producto milagroso.

Las enfermedades como el cáncer de estómago requieren atención médica especializada, tratamientos modernos y supervisión constante. Además, su uso para gastritis y úlceras debe complementarse con una dieta balanceada y cambios en el estilo de vida.
El cuachalalate es un ejemplo del valioso patrimonio natural y medicinal de México, pero su consumo debe realizarse con moderación y siempre bajo la supervisión de un médico o especialista en nutrición.


