
A poco más de una semana del estreno de Chespirito: Sin querer queriendo, la serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños, el debate en torno a la vida sentimental del comediante ha resurgido con fuerza.
Y quien alzó la voz con contundencia fue Florinda Meza, su pareja durante más de 30 años, al señalar que la ficción distorsiona momentos clave de su historia, entre ellos, el inicio de su relación amorosa.
“No es su historia”, sentenció la actriz, asegurando que la producción producida por los hijos del comediante —Paulina y Roberto Gómez Fernández— está más enfocada en crear un melodrama que en honrar la verdad.
En ese contexto, es oportuno volver a la fuente directa: Sin querer queriendo, la autobiografía publicada por el propio Gómez Bolaños, donde relata, con detalle y sensibilidad, cómo se enamoró de quien interpretaría a Doña Florinda.

¿Cómo llegó Florinda Meza al elenco de El Chavo del 8?
Antes de convertirse en uno de los rostros más emblemáticos del universo de Chespirito, Florinda Meza era una actriz que comenzaba a abrirse paso.
Según relata Gómez Bolaños en su biografía, fue inicialmente contratada por Lalo Alatorre. Desde su primer papel, Meza dejó una impresión profunda: no sólo por su talento actoral, sino también por sus habilidades múltiples —sabía cantar, bailar, escribir, producir—, y sobre todo, por su enorme disciplina.
Cuando llegó la oportunidad de interpretar a Doña Florinda, la actriz demostró su compromiso profesional al aceptar una caracterización que le exigía lucir mayor y menos arreglada de lo que realmente era.
Ese gesto fue, para Gómez Bolaños, una prueba más del profesionalismo que tanto admiraba en ella.

Así comenzó el romance entre Chespirito y Florinda Meza
El contexto era un viaje de trabajo. Tras una exitosa presentación con el elenco del Chavo del Ocho y el Chapulín Colorado, el grupo decidió relajarse en el bar del hotel.
Entre los últimos en quedarse estaban sólo dos: “ella y yo”, escribe el comediante. Esa noche, entre silencios, música suave y miradas que decían más que las palabras, Roberto Gómez Bolaños supo que algo estaba cambiando.
Habían bailado antes, sí, pero esa vez fue distinto.
“La música me permitió tener a Florinda en una cercanía que rebasaba cualquier antecedente similar”, recuerda.
Al terminar el baile, rompieron el silencio. Gómez Bolaños le confesó que estaba “hambriento de besos” y fue ella quien, con suavidad, lo habría invitado a besarla. “¿Por qué no me besas a mí?”, le dijo.
Ese instante marcó el inicio de una historia de amor que duraría más de tres décadas.

¿Cómo se encontraba el matrimonio de Graciela y Chespirito en aquel entonces?
En su libro, el comediante asegura que su matrimonio con Graciela Fernández estaba deteriorado y que la culpa de esa separación era compartida, aunque él se atribuía una mayor parte.
Admitió también que durante las giras había sido infiel con otras mujeres, razón por la cuál el distanciamiento con ella era aún mayor.
Bolaños detalló en su libro que cuando Florinda llegó a su vida, su matrimonio ya tenía una “zanja” difícil de cruzar. Su vínculo con Meza creció poco a poco, hasta volverse innegable.
Cuando tomó la decisión de separarse, Gómez Bolaños dejó a su exesposa todos los bienes raíces que compartían.
La otra historia, según Florinda Meza
Desde su cuenta de Instagram, Florinda Meza ha sido clara: la serie de Max “no representa la verdadera historia” de Gómez Bolaños.
Señaló que la narrativa romantiza episodios que jamás sucedieron de esa forma, como cuando el personaje de Chespirito “salta una barda” para entrar a Televisa. “Roberto no necesitaba eso. Ya era un escritor reconocido”, afirmó Meza, defendiendo el legado profesional de su pareja.
Además, criticó que la ficción la muestre como una figura conflictiva, cuando en realidad, su vínculo con el creador del Chavo fue construido desde el respeto, la colaboración artística y el amor.