
En días calurosos o emocionalmente intensos, no hay nada como una bebida que te refresque y te relaje al mismo tiempo. Y si además es natural, deliciosa y fácil de preparar, mucho mejor.
Este licuado frío de fresa con lavanda reúne lo mejor de dos mundos: el dulzor ligero de la fruta y el poder tranquilizante de una planta medicinal usada desde hace siglos.
Aunque no es una mezcla común, su sabor floral y cremoso está conquistando a muchas personas que buscan alternativas a los cafés o batidos energizantes, sobre todo por las tardes, cuando el cuerpo pide algo que lo calme, pero sin hacerlo dormir.
¿Por qué lavanda y fresa?
La lavanda (Lavandula angustifolia) ha sido reconocida por sus propiedades calmantes. Sus compuestos, como el linalol, tienen efectos ansiolíticos leves que ayudan a reducir la tensión sin causar somnolencia.

Por otro lado, la fresa aporta vitamina C y antioxidantes que ayudan a reducir el cortisol, la hormona del estrés, y a mejorar el estado de ánimo gracias a su dulzor natural y su efecto refrescante.
Además, su fibra ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, lo que también puede evitar altibajos emocionales.
Ingredientes y preparación
Ingredientes:
- 1 taza de fresas frescas o congeladas
- 1 taza de leche vegetal (avena, almendra o coco)
- 1 cucharadita de flores secas de lavanda comestible
- 1 cucharadita de miel o dátil (opcional)
- 1/2 taza de hielo

Preparación:
- Calienta 1/4 de taza de la leche vegetal y añade la lavanda. Deja reposar 5 minutos como si fuera una infusión.
- Cuela la leche para retirar las flores y vierte el líquido en la licuadora.
- Agrega las fresas, el resto de la leche, el hielo y la miel (si lo deseas).
- Licúa hasta obtener una textura cremosa y homogénea. Sirve frío.
Tip: Puedes espolvorear un poco de lavanda seca encima o decorar con una ramita de menta para hacerlo aún más aromático.
¿Cuándo tomarlo?
Este licuado es ideal por la tarde, después del trabajo, o como colación ligera entre comidas. También puede funcionar como un ritual calmante antes de dormir si lo tomas sin hielo y a temperatura ambiente.

La mezcla de fresa y lavanda no solo es deliciosa y original, sino que puede convertirse en un pequeño momento de autocuidado durante el día.
Si buscas una forma natural de relajarte sin recurrir a medicamentos ni cafeína, este licuado puede ser una excelente opción. Además, su aroma suave y su color vibrante hacen que también sea un regalo para los sentidos.